Este domingo Real Madrid y Atlético de Madrid se jugarán la Supercopa española a las 19.00 horas en el estadio Rey Abdullah Sports City de Yeda (Arabia Saudí).
El torneo, a pesar de ser calificado de igualitario por parte del presidente de la RFEF, Luis Rubiales, no deja de suscitar polémica después de que la reportera, Helena Condis, denunciara en directo en El Partidazo de Cope que las periodistas españolas solamente podían acudir una hora a gimnasios y piscinas para no coincidir con los hombres. Además, señala que tanto ella como sus compañeras se les aconseja vestir ropa amplia para "evitar situaciones incómodas".
Movilidad
Pero esta no es la única restricción que existe para las mujeres en un país que las priva de libertad a la hora de viajar, casarse o trabajar. Estas son algunas de ellas:
Vestimenta
Las mujeres saudíes están obligadas a utilizar vestimenta que no permita dejar ninguna parte de su cuerpo al descubierto, a excepción de los ojos y los tobillos.
Desplazamiento
No pueden desplazarse dentro ni fuera del país sin previo consentimiento de su marido o de un tutor
Acceso restringido a espacios públicos.
Tienen prohibido el acceso a determinados espacios como piscinas, gimnasios, hoteles de lujo y cementerios.
Cuenta bancaria
No pueden abrir una cuenta bancaria sin el consentimiento de su marido.
Relación con otros hombres
Se considera delito verse o hablar con otros hombres con los que no guarden una relación parental .
Trabajo
No tienen prohibido trabajar, pero sí se les educa desde pequeñas en que su lugar se encuentra dentro del hogar, al cuidado de sus hijos y al servicio de su marido. De hecho, se les aconseja no desempeñar ninguna actividad remunerada.
Conducir
Tampoco tienen prohibido conducir, pero sí está mal visto que lo hagan. Incluso para algunos está relacionado con la infidelidad.
Matrimonio
Los matrimonios concertados siguen teniendo vigencia, y carecen de edad mínima para la mujer, por lo que puede acordarse cuando esta es todavía una niña.
Salir de prisión
La mujer solo puede recuperar su libertad si su marido se hace cargo de ella. A su vez, si este considera que la pena a la que se enfrenta su mujer no se ajusta al delito puede ampliarlo.