Según las estimaciones de la Sociedad Española de Oncología Médica, a lo largo de este 2022 se diagnosticarán en España alrededor de 6.000 nuevos casos de leucemia.

Este tipo de cáncer se produce en la médula ósea y se clasifica, según la línea hematopoyética afectada y su velocidad de progresión.

De este modo, se habla de leucemias linfoides, cuando son los linfocitos los que están alterados y de leucemias mieloides, cuando es cualquier otro elemento sanguíneo el implicado; así como de leucemias agudas o crónicas.

Son muchas las investigaciones que hay en marcha en torno a las mismas, sin embargo, una recientemente desarrollada por el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid llama la atención por su peculiaridad: demuestra que hay un periodo del año en el que se incrementa el diagnóstico de casos de leucemia mieloide aguda (LMA).

El estudio, que ha contado con la participación de la Universidad de Bristol (Reino Unido), surgió a raíz de la hipótesis defendida por varios hematólogos de que los casos diagnosticados de LMA tienden a ocurrir agrupados. “Por ese motivo, decidimos evaluar la distribución temporal de los casos diagnosticados en España entre los años 2004-2015”, explica el Dr. Juan Manuel Alonso Domínguez, especialista del Servicio de Hematología y Hemoterapia y uno de los autores principales del trabajo.

Para ello, se analizó el patrón temporal del diagnóstico en la población en general y por estratos de edad y sexo y se encontró una agregación temporal en el diagnóstico de este tipo de leucemia que “podría indicar la existencia de un factor etiológico estacional que explicara esta asociación temporal”, añade el Dr. Fernando Sánchez-Vizcaíno, profesor de Salud Pública Veterinaria en la Universidad de Bristol y primer firmante de la investigación.

Utilizando datos anónimos de pacientes ingresados en hospitales españoles con leucemia mieloide aguda entre los años 2004 y 2015, obtenidos del Ministerio de Sanidad; y estimando la población de riesgo a partir del censo registrado por el Instituto Nacional de Estadística en el mismo periodo, se analizaron 26.472 casos, lo que supone “la serie más grande de casos de leucemia mieloide aguda jamás analizada para este propósito”, subraya.

Según narra este epidemiólogo veterinario, “se derivó la incidencia mensual de LMA para el periodo de estudio, que fue analizada a través de modelos multivariables lineales generalizados de Poisson, que tienen en cuenta la dependencia temporal de las observaciones mediante la introducción de componentes autorregresivos y de promedio móvil”.

Enero, el mes de mayor incidencia

Los resultados del trabajo, realizado en el marco del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD),y publicado en la prestigiosa revista científica British Journal of Haematology, pusieron de manifiesto que en enero aumenta la incidencia de casos de leucemia mieloide aguda, “con una diferencia media mínima del 7 por ciento cuando es comparada con febrero, y con una diferencia media máxima del 16, cuando se compara con noviembre y agosto”, detalla el Dr. Sanchez- Vizcaíno, quien cuenta con amplia experiencia en el desarrollo de sistemas de vigilancia de la resistencia y prescripción de antimicrobianos y en la aplicación de métodos epidemiológicos cuantitativos para la prevención y control de enfermedades zoonóticas transfronterizas.

Agentes infecciosos o medioambientales, posibles causas

El hecho de que el diagnóstico de leucemia mieloide aguda sea estacional implicaría que factores de riesgo estacionales, como agentes infecciosos o medioambientales, influyen en el desarrollo y/o en la proliferación de la enfermedad.

“Nuestros resultados mostraron un pico anual, que sería más consistente con la exposición a un agente viral que con la exposición a un factor ambiental”, señala el Dr. Alonso, cuya actividad profesional está centrada por completo en la LMA atendiendo a pacientes, realizando el diagnóstico molecular y llevando a cabo investigación clínica y traslacional.

“El mecanismo etiológico debería ser diferente al ejercido por una presión viral crónica, ya que se trata de una enfermedad agresiva y aguda, que, probablemente, requiera de un corto período de incubación”, indica, a lo que añade que “el mecanismo alternativo y más plausible sería que un agente viral estimulase la proliferación rápida de células madre leucémicas preexistentes y quiescentes”.

Otras líneas de investigación

Ambos investigadores subrayan la necesidad ahora, de realizar estudios epidemiológicos complementarios centrados en la asociación entre factores de riesgo estacionales y el aumento de casos de leucemia mieloide aguda en invierno.

Asimismo, el Dr. Alonso recuerda que “hay una teoría muy aceptada en la comunidad científica que postula que la LMA y otros tumores se producen a partir de una célula madre tumoral, que habría que eliminar para erradicar el tumor. Con los tratamientos se elimina la mayor parte del mismo, pero estas células madre no se suelen erradicar, dando lugar a las recaídas, por lo que esclarecer cómo el virus desencadena la replicación de la célula madre leucémica podría ayudar a desentrañar los mecanismos de regulación de la quiescencia de las células madre”.

Este estudio, por tanto, podría tener importantes repercusiones terapéuticas, una línea de investigación que ya desarrolla este hematólogo en el IIS-FJD.

No obstante, para poder continuar esta línea de investigación y realizar los complejos experimentos que requiere, el primer paso a dar es conseguir la financiación necesaria. “Para ello, estamos formando una red de colaboradores con otros grupos de investigación punteros a nivel internacional en sus respectivas disciplinas para solicitar conjuntamente ayudas de investigación públicas nacionales y europeas”, cuentan ambos investigadores que avanzan también que están en el proceso de establecer contacto con diversas empresas privadas para explorar con ellas nuevas oportunidades de colaboración en el desarrollo de nuestras aspiraciones científicas.