El apoyo vecinal ha ayudado este miércoles a Blanca, la mujer de 78 años que iba a ser desahuciada por una deuda de 88 euros. En concreto, seis horas de protestas en la calle, un intenso apoyo vecinal y llamadas en los despachos han hecho que pasadas las 15:00 horas de este miércoles el desalojo se aplace.

Este caso de desahucio ha tenido una gran repercusión y un gran apoyo de sus vecinos, que al grito de “¡Blanca, escucha, tu lucha es nuestra lucha!” y “Blanca se queda, especuladores fuera del barrio” han conseguido aplazarlo para seguir negociando con la Administración. No solo vecinos y activistas se han congregado desde las 9 de la mañana frente a la vivienda, sino también el Ayuntamiento de Barcelona ha mediado para tratar de llegar a un acuerdo con la propiedad.

Ha sido la organización Resistim Gòtic la que convocaba la concentración frente al edificio este miércoles para tratar de impedir el desahucio, que llega tras la acusación de la propietaria del inmueble por una deuda inicial de 88 euros de “unas obras mal hechas”. Además, la asamblea de vivienda del barrio de la Ciudad Condal explicó ya que esta deuda estaba pagada desde hace años y que el juez determina que el retraso en el pago es suficiente para desahuciar a Blanca.

Pero el problema, tal como la propia Blanca explicaba en declaraciones a los medios de comunicación, radica en la intención de la propietaria, que compró el inmueble sabiendo que Blanca tenía un contrato de renta antigua con la intención de alquilar el piso como apartamento turístico y poder así ganar más dinero.

Fue en 2010 cuando una abogada compró la vivienda para destinarlo al alquiler de pisos turísticos, tal como sostienen los vecinos. Y es que ella y otra vecina son las únicas que quedan en el edificio, el resto han ido muriendo, y sus pisos se han ido destinando al turismo.

Llegué de novia a este piso, me casé, tuve hijos, me divorcié, me volví a casar y enviudé hace tres años y medio. Aquí tengo mi vida”, ha contado Blanca mientras recordaba los 55 años que lleva viviendo en el inmueble. Si la echan de su casa, Blanca asegura que no tiene a dónde ir y ha admitido estar muy triste y nerviosa, ya que ha afirmado que la propietaria le ha insistido en que no parará hasta que la eche del piso.

El apoyo de Resistim Gòtic

El portavoz de Resistim Gôtic, Daniel Pardo, en la concentración para tratar de impedir el desahucio ha afirmado que se trata de un caso “especialmente injusto” porque la inquilina tiene un contrato de renta antigua y el “único interés” de la propietaria es “echarla para alquilarlo a un precio más alto”.

Además, ha explicado que la propietaria jugó “una triquiñuela” a Blanca cuando compró el inmueble en 2010: “Hizo unas obras en el piso, además mal hechas, y le pasó a Blanca una factura de 88 euros, pero la anciana no se enteró”. Y, en lugar de cobrar el importe -que se incrementó a 177 euros- en primera instancia, la propietaria acudió a los tribunales para lograr que le autorizaran un desahucio.

La propietaria rechaza toda negociación

En la mañana de este miércoles, el pianista James Rhodes se ha ofrecido para pagar el alquiler de Blanca, a precio de mercado, durante dos años. Una oferta similar a la del Ayuntamiento de Barcelona, que se ha dispuesto a financiar este renta de manera indefinida, mientras la asociación vecinal ha propuesto firmar un contrato con una renta de alquiler “accesible” al bolsillo de Blanca, por cinco años, para que pueda terminar su vida en casa.

No obstante, la propietaria se cerrado en banda a toda negociación e insiste en pedir la ejecución del desahucio a los Mossos d’Esquadra.