Oriol Pla (29 años) tiene una carrera consagrada en nuestro cine con papeles en películas y series como El día de Mañana; Ebro, de la cuna a la pantalla; Dime quién soy o Merlí. El actor catalán vuelve a la gran pantalla con Girasoles Silvestres, una cinta dirigida por Jaime Rosales y que analiza, entre otras cuestiones, las masculinidades tóxicas. 

En un reparto en el que también se encuentran Anna Castillo (Julia), Quim Avilé Conde (Marcos), Lluís Marqués (Àlex), Manolo Solo (Roberto) o Carolina Yuste (Maite), el protagonista de esta entrevista se mete en la piel de Óscar, un chico conflictivo con el que Julia comienza una relación. El largometraje cuenta con nominaciones a los Goya como la de la propia Anna a mejor actriz protagonista.

Quien se haya acercado a su cine más cercano habrá pasado un rato cuanto menos entretenido y, lo más importante, reflexionará sobre algunas cuestiones que están más presentes de lo que deberían. En definitiva, Girasoles Silvestres es una cinta a medio camino entre el amor tóxico por otra persona y el propio, planteando debates -cada cual que escoja el suyo- sobre la maternidad y la paternidad, la educación a nuestros descendientes, la permisividad con quienes nos hacen daño o la superación.

PREGUNTA (P): ¿Por qué la gente debería ir a ver Girasoles silvestres?

RESPUESTA (R): Creo que artísticamente es una pieza de cine muy bonita y honesta. Es un cine de personajes y de viaje emocional realizado por un cineasta muy especial en este país que se acerca al público de una forma nueva. Considero que el trabajo de los personajes en general y, sobre todo, de Ana, es muy bonito.

P: ¿Te ha costado especialmente interpretar a Óscar? ¿Cómo lo has trabajado? Entiendo que al ser un personaje que dista tanto de tu forma de ser te ha costado más.

R: Sí, en ese sentido es el personaje más alejado que yo he hecho de mí mismo. En ese aspecto sí que ha sido complicado. Pero a veces de pronto ves difícil hacer a alguien menos extremo. La dificultad te puede sorprender en muchos sitios.

La dificultad, sobre todo en este proceso, es que Jaime como director te hace improvisar mucho. Como este personaje estaba tan alejado de mí, tenía que aprender a improvisar desde el personaje. Eso es muy complicado, porque tiene un set de valores y de moral muy diferente al mío. Es la primera vez que Jaime se ha aventurado a hacer construcción de personaje. Normalmente acerca el personaje al actor. Entonces, la mayor dificultad ha sido intentar conseguir algo alejado de mí desde su método. 

P: A tu juicio, ¿es el personaje más complicado que has interpretado?

R: No sé si es el más complicado, pero sí que puedo decir que ha sido el proceso más divertido y más complicado a partes iguales, porque hay que trabajar siempre desde el placer. Lo que sí ha sido, desde luego, es un proceso en el que he tenido que reinventarme a mí mismo en esta película para poder conseguirlo.

He tenido que reinventarme a mí mismo en esta película


P: Has mencionado a Anna Castillo, que hace un papel inconmensurable. ¿Cómo ha sido trabajar con ella?

R: Un verdadero placer. La verdad es que es una maravilla. Nos entendimos desde un primer momento y lo cierto es que nos lo pasábamos muy bien rodando juntos. Hicimos un muy buen equipo y creo que nos sumábamos mucho uno al otro desde la generosidad recíproca.

Anna es una persona que está muy atenta y viva, y eso a ti como compañero te coloca automáticamente, quieras o no. Es machete o muérete para estar ahí, y el juego que proponemos los dos, si nos sumamos, nos eleva. 

Oriol Pla y Anna Castillo
Oriol Pla y Anna Castillo en Girasoles Silvestres.
 

P: ¿Y bajo la batuta de Jaime Rosales?

R: Es siempre una maravilla. Sobre todo porque te da una rigurosa libertad. Dentro de unas normas muy claras te da mucho apoyo, confía mucho en ti y saca lo mejor. Es una persona que se acerca con curiosidad y creatividad, no da nada por sentado, lo deja todo abierto permitiendo el cambio… y eso es un regalo. 

P: En la película aparece reflejada, entre otros temas, la toxicidad masculina. De cara al espectador, ¿es más una película a ellos en el sentido de ‘Esto es lo que no hay que hacer en una relación’ o a ellas contra lo que ahora se llaman red flags? ¿O a todo el mundo por igual?

R: Yo creo que a los dos por igual. El arte no tiene que anexionar nada. El poema juega con unos temas y luego el espectador es quien lo recibe. Unos verán cosas más relacionadas con la crianza -a mí, por ejemplo, me conecta mucho con ésta y la maternidad-, a otros les conectará más con la toxicidad masculina, y a otros con el amor cotidiano, de padres, hijos… 

Creo que muestra un poco todo y que cada espectador tiene que verse reflejado allí -para eso está el arte- y descubrir cuál es el significado que extrae. Pero la pieza no pretende con cuchara decir “Es esto lo que tiene que pasar”, sino que muestra unos actos e invita a la reflexión como espectador. 

P: ¿Podría decirse entonces que es una crítica, pero que no nace con la idea primera de serlo?

R: Yo creo que sí, y que nace para hablar de este tema. Yo soy de los que piensan que en las piezas de arte, el mensaje del autor o de la pieza se puede dispersar porque es el espectador quien termina el proceso. Por eso no me atrevo a decirte ninguna de las dos, y te podría decir a la vez las dos. Lo bonito en el proceso del cine que el espectador lo termine. 

Tiene tantas lecturas… cómo en nuestra vida dejamos entrar a gente que nos hace mal sin saber muy bien por qué, y luego cortas y te vuelves… Supongo que el mensaje es… No lo sé, la verdad (risas).

P: El tema de la toxicidad que tú encarnas en la pantalla sigue existiendo. ¿Qué grado de responsabilidad e influencia tienen el feminismo y la extrema derecha? Evidentemente en una dirección positiva y negativa, respectivamente.

R: Yo creo que el feminismo saca a la luz y facilita la identificación de las cosas malas, poniendo límites a estos maltratos psicológicos. Gracias al feminismo se ha ampliado el discurso, hay mucho más apoyo, se ha generado menos miedo, sobre todo en las mujeres, y más confianza en construirse, reconstruirse, cambiar las dinámicas… 

Por el contrario, creo que la derecha reaccionaria… en fin, es muy difícil escuchar a ciertos políticos cambiar el discurso, intentar apropiarse del mensaje haciendo trampas. Creo también que radicalizan a una parte. Siempre pasa lo mismo, cuando aparece una cosa, aparece la contraria. En este sentido la derecha reaccionaria en este país ha causado muchos estragos. 

Oriol Pla
Oriol Pla en Girasoles Silvestres.
 

Es muy difícil escuchar a la derecha reaccionaria. Hace muchas trampas y ha causado muchos estragos en este país


P: Son motivo de debate últimamente la salud mental y la educación sexual. Son aspectos que, de algún modo, aparecen también en Girasoles Silvestres. Cuán importantes son y en qué medida podrían haber sido muy útiles, incluso, a todos los personajes de la historia, ¿no?

R: Totalmente, son temas que siguen siendo tabú. Y todos conocemos a mucha gente cercana que tiene problemas de salud mental. La educación sexual también sigue muy alejada de la realidad por culpa del porno, de los relatos arcaicos que tienen que ver con la toxicidad en pareja de la que hablábamos antes… 

Es muy importante mantener un espacio abierto en el que, sobre todo, la gente joven pueda expresarse y descubrir qué son las cosas y cómo quieren que sean.

P: ¿La película ayuda un poco a esto último también?

R: Cuanto menos hace pensar. A mí me hace pensar mucho en la paternidad, la masculinidad, el traspaso de padres a hijos… Yo lo veo mucho en el personaje de Bruno, del niño. En la primera escena Anna ayuda a bajar a la niña, pero al niño le dice que puede solo. Este chico no busca emociones de ningún tipo, está ahí con el móvil. Hay que enseñar a los hombres y a los niños a mostrar sus emociones porque no es ninguna señal de debilidad.

Es muy importante mantener un espacio abierto en el que la gente joven pueda expresarse y descubrir qué son las cosas y cómo quiere que sean


P: Por último, quiero que me digas

  • Una película: The Wall (Alan Parker).
  • Un actor o actriz: Nathalie Poza.
  • Un momento de tu carrera: Me acuerdo de un día en el aeropuerto que me iba a trabajar con el circo. Y fue como: “Hostia, tengo un espectáculo propio, estoy también con el circo, estoy rodando una peli…” Se acercaba bastante a lo que había soñado.
  • Un proyecto futuro: Ahora estaré con mi familia en el teatro en Barcelona, con un espectáculo que escribí con un amigo. Pero bueno, esto ya lo habíamos hecho, así que si te refieres a un futuro nuevo ahora estoy con Creatura, de Elena Martín, que imagino que verá la luz en un año o una cosa así.