Como era de prever, el adiós de los vallisoletanos a su paisana, la actriz Concha Velasco, fallecida este sábado, ha demostrado el cariño y aplauso unánime de la ciudad a esta incansable embajadora de Valladolid, nacida en el barrio de las Delicias en 1939.

En torno a cinco mil personas, según cálculos de la Policía Municipal, abarrotaron el entorno de la catedral en la que este mediodía se celebró el funeral corpore insepulto antes de la conducción de sus restos mortales al cementerio del Carmen, en cuyo Panteón de Vallisoletanos Ilustres descansará, junto a otras personalidades eternas como Zorrilla, Rosa Chacel o Miguel Delibes.

Despedida en el teatro

Previamente al funeral, los ciudadanos despidieron a la actriz y cantante a las puertas del Teatro Calderón, donde ha cosechado su último aplauso, y donde, en marzo de 2018, recogió la Medalla de Oro de la Ciudad en un emotivo acto en el que cantó y bailó en el escenario su famosa “Chica yeyé” acompañada de los alcaldes de la ciudad en las últimas décadas, el también actualmente fallecido Tomás Rodríguez Bolaños, así como Javier León de la Riva y Óscar Puente.

El alcalde y la primera teniente de alcalde a las puertas del Teatro Calderón junto al féretro de Concha Velasco

La actriz tiene en Valladolid una calle a su nombre y una sala en el Laboratorio de las Artes, pero sobre todo, ha tenido siempre el corazón, tal y como recordó en numerosas ocasiones.

Una artista del pueblo”

A su llegada a la catedral, rodeada de un perímetro de seguridad junto a cuyas vallas se agolpaban miles de ciudadanos, muchos de ellos llorando, visiblemente emocionados, el ahora alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, se refirió a Conchita Velasco como “una artista universal, una vallisoletana universal y una artista del pueblo”.

Carnero afirmó estar convencido de que “hoy en el cielo se está cantando ‘La chica yeyé’”, y destacó que “hoy, si cabe, aún más, en el cielo hay ternura”.

“La ciudad de Valladolid”, concluyó, “ha tenido siempre a Concha como una grandísima vecina y ha sido siempre una vallisoletana entregada, defendiendo a Valladolid allá donde estaba, por lo que estamos absolutamente agradecidos”.

Durante el funeral, oficiado por el arzobispo, Luis Argüello, que se inició minutos más tarde de las doce del mediodía, quienes no pudieron acceder al templo tuvieron la posibilidad de asistir al sepelio a través de dos pantallas gigantes instaladas por el Ayuntamiento en la colindante Plaza de la Universidad.

El repicar de las campanas de la catedral puso fin al acto religioso y dio comienzo, con cierto retraso, al traslado por las calles abarrotadas del coche fúnebre y su comitiva en dirección al cementerio donde se celebró el entierro de una de las vallisoletanas más queridas, más allá de las dos de la tarde.

Tres días de luto

La ciudad vive así el primer día de los tres de luto decretados por la Corporación, si bien el homenaje a Concha arrancó ayer tarde, con la apertura del salón de recepciones de la Casa Consistorial a la ciudadanía que quiso rubricar su cariño, despedida y recuerdos sobre la actriz en varios libros de condolencias.

También esta mañana han sido numerosos los vecinos que han desfilado por el salón de recepciones, que presidía un retrato de la actriz rodeado de flores.