El 23 de abril es una fecha marcada en rojo en el calendario de todos los libreros, que abren las puertas de sus establecimientos deseosos de vivir el día más especial del año; los escritores, por poder tener un encuentro más cercano con sus seguidores; y los lectores, los principales protagonistas del Día del Libro, que inundan las librerías, compran nuevos títulos y vuelven a conectar con el mundo literario.

El Día del Libro no es solo una festividad que se celebre en todo el ámbito nacional, sino que desde Cataluña se festeja con la Diada de Sant Jordi, donde las emblemáticas calles de Barcelona y otras ciudades se transforman para convertirse en una feria de la lectura y de las flores que evoca al verdadero sentir de la primavera.

Pese a que los principales actores de esta fecha son los lectores, sin las editoriales y los propios escritores, esta celebración no sería posible. Este periódico se ha puesto en contacto con estas compañías y con los autores del momento gracias a la repercusión que están teniendo sus novelas.

Un paseo por las vivencias de los escritores el Día del Libro

“Además de los autores con una dilatada carrera a sus espaldas, ha llegado una generación nueva, con fuerte acento femenino que está proponiendo una renovación de nuestra literatura”, celebran los tres autores que conforman el pseudónimo de Carmen Mola (La novia gitana) en conversaciones con ElPlural.com.

En un camino paralelo, autoras como Laura Ferrero (Los astronautas) y Claudia Piñeiro (El tiempo de las moscas) señalan que los tiempos de la lectura y las distancias entre generaciones no son motivo para que estos hábitos decaigan, desmontando así las teorías que apuntan a este fenómeno: “Me gustaría que los días que no son 23 de abril nos acordáramos también de la importancia que tiene la lectura en nuestras vidas”, apunta la primera de ellas.

La pandemia nos enseñó el valor de la lectura, y no va a ser algo fácil de borrar

“Hay muchos opinólogos diciendo que cada vez se lee menos, pero, de hecho, las nuevas generaciones se la pasan leyendo. Lejos de estar en decadencia, la lectura goza de buena salud como lo mostró durante la pandemia, cuando valorizamos cuánto valía tener un libro en la mano para meter la cabeza en otro lado y dejarse llevar por una historia y jugar con ese lenguaje común para todos”, señala. “La pandemia nos enseñó el valor de la lectura, y no va a ser algo fácil de borrar”, continúa reivindicando la escritora argentina.

Tanto Marta Jiménez Serrano (No todo el mundo) como Guillermo Aguirre (Un tal cangrejo), también han valorado con buenos ojos el escenario actual del sector debido al auge de “nuevos autores y miradas”, además del imprescindible papel que adoptan los que dan forma a los libros que luego se encuentran en librerías: “La salud de los libros es cosa de editores y librerías que se encargan de cuidar el cuerpo que los autores creamos”, defiende.

Las anécdotas son la ‘cara B’ de lo que queda tras un intenso día entre libros, siendo algunas de ellas difíciles de olvidar. “Una señora se acercó a nuestra parada con una de nuestras novelas. Sin embargo, cuando se la cogimos para firmarla, se resistía a soltarla: ella quería que se la firmara Carmen Mola, no esos tres tipos ahí sentados”, desvelan los tres autores.

“En una de las primeras firmas que tuve en Sant Jordi me pasé la tarde en una parada por la que casi no pasaba nadie. Sentada a mi lado había otra escritora en la misma situación. No vendimos ningún libro, pero nos hicimos amigas y recordamos con cariño aquella tarde de no-firmas”, rememora Laura Ferrero.

La voz de las editoriales

Detrás de cada página, de cada nuevo título, de cada puesto fijado en Sant Jordi o en cualquier pequeña feria del libro improvisada en las calles céntricas de las principales ciudades con motivo de la festividad, hay una editorial detrás, sea de mayor o menor tamaño. Pese a que son los escritores el punto fuerte de estos encuentros literarios, lo cierto es que las voces que están detrás de estas empresas también viven este día como el más importante del año.

“Para nosotros es un placer tener contacto directo con los lectores y ver de primera mano el movimiento que se genera alrededor de la literatura”, afirman desde la Editorial Sexto Piso en conversaciones con este periódico, dejando entrever que encuentran mucho “entusiasmo” en las personas que acuden a sus actividades tanto en estas fechas tan frenéticas como el resto del año.

Es así como responden a una pregunta comprometida: ¿Cuál es la novedad revelación del año que más ha sorprendido? “Tenemos dos casos: sabíamos que No todo el mundo de Marta Jiménez Serrano iba a ser un lanzamiento potente, pero en apenas quince días estábamos encargando la segunda edición. Otro caso ha sido Intimidades de la autora Katie Kitamura. La acogida ente los lectores ha sido espectacular”, desvelan.

Los escritores recomiendan

Para un día tan señalado no podían faltar las recomendaciones de ellos, de los que escriben y de los que leen. Es así como todos los autores entrevistados por este periódico invitan a los lectores a leer los siguientes títulos:

  • Carmen Mola / Claus y Lucas, de Agota Kristof
  • Laura Ferrero / Léxico familiar, de Natalia Ginzburg; y El primer hombre, de Albert Camus.
  • Claudia Piñeiro / El infinito en un junco, de Irene Vallejo.
  • Marta Jiménez Serrano / Material de construcción, de Eider Rodríguez.
  • Guillermo Aguirre / Gozo, de Azahara Alonso.
Un banco en forma de libro en la Gran Vía de Madrid. EP.

Un banco en forma de libro en la Gran Vía de Madrid. EP. 

El origen del Día del Libro

Cabe tirar de los libros de historia para comprobar de dónde viene la idea de fijar el 23 de abril como la fecha nacional para celebrar la literatura. Y es que todo se remonta a las indiscutibles figuras más importantes de todos los tiempos: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega.

Fue la UNESCO la institución que dio pie a comenzar a festejar este día en 1995, aunque en España se ha extendido hasta en un periodo de una semana con distintos mercadillos de libros nuevos y de segunda mano, además de otras actividades, en todos los rincones del país, aunque el evento de mayor calado es Sant Jordi, que coincide con la leyenda de San Jorge y la princesa que fue salvada de un dragón, mito que impulsó que se regalen rosas en la misma fecha.