Quienes viven en el campo, sobre todo, si tienen perro, saben bien la pesadilla que suponen las garrapatas en este tiempo. Collares, pipetas y pastillas se han convertido en buenos aliados para luchar contra estos ácaros, que en muchas ocasiones no solo se adhieren a las mascotas, sino también a los humanos. 
Su picadura puede llegar a ser muy peligrosa. En los últimos años tres personas han fallecido en España tras contaer la fiebre hemorrágica Crimea-Congo y otras seis han padecido la enfermedad. 

Hasta ahora, se habían registrado oficialmente un total de nueve casos autóctonos, todos ocurrido desde 2016. Sin embargo, un artículo publicado recientemente en la revista  'Emerging Infectious Diseases', hace referencia a un caso anterior, de 2013, el de una a mujer de unos 30 años que ingresó en el Hospital Universitario de Salamanca con un cuadro grave y casi fallece sin que los facultativos pudieran determinar qué estaba ocurriendo. 

No se descarta, además, que esta situación no haya sido única y se hayan dado otras similares. 

Todos los casos se conocen, tiene en común su localización, el sur de Castilla y León y el norte de Estremadura. EN caso de 2016 un hombre sufrió la picadura de una garrapata en un paseo por el monte al sur de Ávila y falleció en Madrid. Ese mismo año hubo otro caso, en 2018, otros dos, tres en 2020 y uno en lo que llevamos de 2021.

Una enfermedad vírica grave

La fiebre hemorrágica Crimea-Congo es una enfermedad grave que puede llegar a provocar la muerte. Después de una picadura de garrapata, la fase de incubación oscila entre uno y nueve días. Los síntomas se presentan de forma súbita e incluyen fiebre, mialgia (dolor muscular), mareo, dolor y rigidez de cuello, lumbago, cefalea, irritación de los ojos y fotofobia (hipersensibilidad a la luz).

Los afectados pueden tener también náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y dolor de garganta al principio, seguidos de bruscos cambios de humor y confusión. Entre dos y cuatro días después pueden sentir también somnolencia, depresión y debilidad.

Otros posibles signos de la enfermedad son taquicardia, adenopatías (inflamación de los ganglios linfáticos), y erupción petequial. 

Otras enfermedades

Además de esta enfermedad vírica, las garrapatas pueden transmitir otras muchas patologías bacterianas como la enfermedad de Lyme, la fiebre botonosa anaplasmosis o tularemia.