En España existen aproximadamente 16.000 centenarios y la pregunta que se hacen muchos es ¿cómo han conseguido llegar ahí?
Qué hace que algunas personas, especialmente en zonas rurales, lleguen a los 100 años en condiciones funcionales dignas es el interrogante al que pretende dar respuesta RENACE, la Red Nacional de Centenarios.
Este proyecto impulsado por la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), en colaboración con la Sociedad Española de Médicos Geriatras (SEMEG) se basa en el estudio del envejecimiento desde diferentes dimensiones: demográfica, epidemiológica, clínica, biológica (a través de la colección de muestras), contextual, asistencial y social.
"Es un motor, una propuesta de valor profesional y sanitaria para el futuro de la atención a los mayores y una oportunidad única de conocimiento, con una visión cooperativa, innovadora y profundamente humanista”, cuenta Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la SEMG, que añade que el objetivo es "dotar de años a la vida y de vida a los años”.
En esta línea, destaca la importancia de "entender y acompañar la longevidad rural", que supone también "reconocer, cuidar y aprender de quienes han sostenido la vida durante un siglo”.
Cuestión de fenotipos, biomarcadores y genética
La hipótesis que maneja RENACE y que persigue demostrar es que la población centenaria presenta fenotipos clínicos específicos, biomarcadores propios y polimorfismos genéticos característicos, los cuales permiten una longevidad extrema y saludable, libre de discapacidad.
Para el desarrollo del proyecto, del que hubo un pilotaje inicial en 2011, se cuenta con la participación, entre otras, del Área Sanitaria de Lugo, A Mariña y Monforte de Lemos, zona de Galicia con un importante volumen de personas con más de 100 años. La Unidad de Investigación Clínica lucense ofrece "el entorno ideal, brindando soporte profesional, metodológico y ético", recalca la doctora Rodríguez Ledo, que recuerda que en esta provincia hay una importante población centenaria estable que blinda una oportunidad excepcional para estudiar el envejecimiento saludable en un entorno rural real.
“Esto nos permite integrar datos clínicos, funcionales y sociales, avanzar hacia la creación de biobancos y conformar cohortes rurales vivas”, enfatiza.
En este sentido, la presidenta de la SEMG precisa que “Galicia puede posicionarse como referente en longevidad no solo por sus cifras, sino por su modelo cultural, comunitario y clínico”.
La obtención de la información para este estudio se lleva a cabo por diferentes vías. Por un lado, a través de la historia clínica y la entrevista personal con la persona centenaria, y por otro, por medio de análisis de sangre y muestras de la mucosa oral o del cabello. El fin es identificar y fijar las características de al menos al 10% de la población centenaria en España, mediante un abordaje integral que combine datos clínicos, sociales y biológicos.
"Queremos saber cómo viven, no solo qué enfermedades tienen", expone la doctora Rodríguez Ledo, que detalla que en los "territorios longevos" suelen darse factores comunes como vida activa, alimentación equilibrada, integración social, y mantenimiento de un propósito vital.
Asimismo, es clave el papel del entorno, por lo que se analizará el tipo de convivencia, la autonomía doméstica y la red de apoyo, observando si existen diferencias entre quienes viven solos, en familia o en instituciones. En este contexto, la presidenta de la SEMG destaca que "uno de los enfoques diferenciales del proyecto es la posibilidad de correlacionar estos factores con información biológica y genómica, algo que no se había hecho hasta ahora en España con una muestra significativa de centenarios".
Enfoque multidisciplinar
Aunque el estudio partirá de antecedentes como los obtenidos en la fase piloto de 2011, que examinó a 73 centenarios, la versión actual incorpora, por tanto, un enfoque multidisciplinar que incluye el análisis de marcadores bioquímicos y genéticos a partir de las muestras biológicas que se registrarán en el biobanco del Instituto de Salud Carlos III. Estas servirán para investigar biomarcadores asociados a la longevidad extrema, que en el futuro podrían servir para trazar estrategias preventivas o de intervención en la práctica clínica.
Completados los trámites éticos y logísticos, la SEMG espera que el reclutamiento de voluntarios pueda comenzar tras el verano.