La vuelta al cole está cada vez más cerca. Muchas familias preparan ya libros, material escolar, ropa y calzado. Los profesores, por su parte, ultiman detalles de cara al nuevo curso, y han de tener en el mejor estado su herramienta principal de comunicación y enseñanza, la voz.

Saber cómo cuidar este instrumento es fundamental para los docentes, que con frecuencia sufren problemas. “Se trata de un grupo de población que, por su actividad laboral, que implica un sobreuso vocal, tiene más riesgo de sufrir alguna patología en este ámbito” reconoce el Dr. Adrián Castro Portal, especialista del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro, integrado en la red sanitaria pública madrileña.

Síntomas

Conocer las señales que alertan de que podemos estar sufriendo un problema de salud vocal es fundamental para poder adoptar medidas.

“Se puede experimentar ronquera, pérdida de fuerza o de proyección de la voz o dolor al hablar”, detalla, por su parte, la Dra. Jeanette Sáenz Piñones, especialista del Servicio de Otorrinolaringología.

A estos síntomas se pueden añadir otros como disfonías, dolor cervical, fatiga o tener sensación de presencia de cuerpo extraño que nos haga carraspear o toser de forma constante”, añade la Dra. Cristina Rubio Moya, logopeda del mismo centro hospitalario.

Lo más habitual es que aparezcan signos de alarma. Sin embargo, también existe la posibilidad de que un paciente tenga una enfermedad vocal sin saberlo, porque se presenta de forma asintomática con lesiones congénitas.

Mejor prevenir que curar

Para prevenir este tipo de afecciones es importante prestar atención a varios aspectos, además de al sobreuso que se hace como parte del trabajo, por lo que los especialistas recomiendan seguir estos consejos:

1. Evitar el consumo de tabaco, alcohol y otros agentes irritantes.

2. Tratar de no estar expuestos a cambios bruscos de temperatura o a ambientes con poca humedad

3. Hidratarse

4. Calentar la voz

A estos hay que añadir otras consideraciones, como que padecer reflujo gastroesofágico o estrés también perjudica el buen funcionamiento de la voz.

Tratamientos

Ante el menor signo de alarma, es conveniente ponerse en manos de un especialista, ya que eso evitará que el problema se haga mayor o se repita.

El tratamiento se determina “en función de la lesión y las alteraciones objetivadas en la consulta”, indica el Dr. Castro. Se evalúa al paciente con el fin, no solo de solventar el problema que presente en ese momento, sino también corregir malos hábitos y evitar posibles lesiones o recaídas.

Los tratamientos de este tipo de afecciones suelen incluir ejercicios vocales, técnicas de relajación y respiración. “Es importante trabajar la coordinación fonorrespiratoria y mejorar la salmodia, resonancia e impostación”, recalca este especialista.

“En muchas ocasiones, lo que presentan los profesores son disfonías por hiperfunción, por lo que es necesario trabajar ejercicios de relajación muscular de cuello, hombros e, incluso, a nivel orofacial, además de enseñar una correcta respiración costodiafragmática y, lo más importante, la coordinación fonorrespiratoria”, relata la Dra. Rubio, que añade también que otro aspecto importante es que aprendan la técnica LaxVox.

Los resultados de este tipo de abordaje son muy satisfactorios, ya que se ha comprobado que implementar estas medidas “disminuye la reaparición de la alteración vocal” subraya.

Atención individualizada

El Hospital Universitario Infanta Elena cuenta con un equipo multidisciplinar preparado para abordar e intentar revertir los daños producidos por patologías vocales. En el mismo participan profesionales de distintos servicios, incluido el de Logopedia, que desarrolla un proceso de rehabilitación individualizado.

Talleres específicos para docentes

Del mismo modo, y con el fin de promover la salud vocal entre los docentes, el centro, al igual que otros hospitales universitarios de Quirónsalud integrados en la red pública madrileña como la Fundación Jiménez Díaz o el General de Villalba, han puesto en marcha talleres dirigidos a que el profesorado conozca mejor cómo funciona su voz y a que mejoren el uso que hacen de ella.

En la formación participan también otorrinolaringólogos, logopedas y otros especialistas, que facilitan a los asistentes recomendaciones y actividades preventivas.

Asimismo, se dan a conocer todos los factores que alteran la salud vocal de los docentes, para que puedan identificarlos y realizar cambios preventivos.

Se trata de difundir “las patologías de la voz, sus factores de riesgo y las medidas de prevención necesarias para ayudarles a desarrollar su trabajo en condiciones seguras”, concluye el Dr. Castro.