El conductor que arrolló y mató a un ciclista en Ibiza en abril del año pasado, y que estaba bajo los efectos del alcohol y drogas, ha sido condenado a tres años de prisión por un delito de conducción temeraria e imprudencia grave y a 4 meses y 14 días de cárcel por el delito de omisión del deber de socorro. Además, la sentencia dictada por la magistrada del Juzgado de lo Penal número 2 de Ibiza condena a M.M.B. a la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante cuatro años.

La jueza considera circunstancia atenuante de reparación del daño del delito de conducción temeraria el hecho de que el acusado consignara 6.000 euros ante el Juzgado de Instrucción para "paliar, en la medida de lo posible, el daño ocasionado".

El conductor, que tenía 23 años cuando sucedieron los hechos, se encuentra internado en el Centro Penitenciario de Ibiza desde hace 13 meses.

El accidente mortal tuvo lugar el pasado 29 de abril de 2017 en la carretera que une Sant Antoni con Sant Josep cuando M.M.B., que dio positivo en alcohol, cocaína y anfetaminas, arrolló y mató a Daniel Viñals e hirió a un segundo ciclista.

La jueza ha desestimado imponer el mínimo legal de dos años de prisión, a pesar de la circunstancia atenuante de reparación del daño, porque el condenado ya fue sancionado por conducir bajo la influencia de drogas en 2015.

Por la concurrencia de este delito, el Ministerio Público reclamaba tres años de prisión frente a los cuatro solicitado por las acusaciones.

En el caso del delito de omisión del deber de socorro, la magistrada entiende que concurre una "eximente incompleta de trastorno mental transitorio por intoxicación etílica y drogas". En la sentencia se apunta que el acusado no presentaba una "anulación total de las facultades, pero sí importantes", y rechaza que la anulación fuera "plena", tal y como alegó la defensa.