En un reciente giro en el caso del asesinato ocurrido en el conocido bar del Gayxample de Barcelona en octubre de 2021, la defensa del hombre condenado a 21 años y 4 meses de cárcel ha solicitado la nulidad de la sentencia. Los abogados Mónica Aguilar y Jaume García, del despacho Lealta Abogados, han pedido que se repita el juicio con un nuevo jurado popular o que, en su defecto, se le condene por homicidio en lugar de asesinato. Esta solicitud se ha planteado tras considerar que la sentencia de la Audiencia de Barcelona fue injusta.
Durante la vista de apelación, celebrada este martes, la defensa argumentó que las instrucciones del magistrado presidente influyeron negativamente en la percepción del jurado sobre las pruebas presentadas. Según los abogados, se hizo creer al jurado que la declaración del acusado carecía de valor probatorio en sí misma si no estaba respaldada por otras pruebas. Además, señalaron que se dio más importancia a las pruebas periciales que a las testificales, lo cual fue crucial dado que no había pruebas científicas, como de alcoholemia o de drogas.
La defensa del condenado por el crimen en el Gayxample pide condena por homicidio
La defensa también destacó que el estado de embriaguez del acusado no quedó probado debido a la no admisión de pruebas solicitadas, como las grabaciones de las cámaras de seguridad del ascensor y las cámaras unipersonales de los Mossos. Esta omisión fue calificada por los abogados como injustificada, vulnerando el derecho de defensa del acusado.
En la misma línea, los abogados criticaron la dilación "injustificable" en la realización de algunas pruebas durante la fase de instrucción, como el análisis toxicológico y de orina, que podrían haber corroborado el estado del acusado en el momento de los hechos. Además, mencionaron que no se tomaron muestras del cabello del acusado hasta un año después del crimen, lo que imposibilitó confirmar si había consumido drogas.
Por otro lado, la defensa sostiene que no se ha acreditado la alevosía y que, sin este agravante, no se debería condenar por asesinato, sino por un delito de homicidio. Durante el juicio, el acusado declaró que actuó en legítima defensa después de que el fallecido intentara agredirlo sexualmente. Esta versión de los hechos siempre ha sido refutada por la acusación particular, que ha pedido que se desestime el recurso de apelación.
Alegaciones de la defensa sobre la embriaguez y las pruebas desestimadas
El procesado, que se auto definió como un "yonki", relató que fue al bar para pedir dinero a la víctima para consumir sustancias estupefacientes y que, tras una invitación a la casa de la víctima, se produjo una pelea que terminó en el fatal desenlace. Sin embargo, el marido de la víctima negó que el bar fuese un punto de venta de drogas y desmintió conocer al acusado previamente.
En enero de 2024, el tribunal condenó al acusado a 17 años y medio de prisión por asesinato y a 3 años y 10 meses más por un delito de robo con violencia, además de imponerle una responsabilidad civil de 150.000 euros y prohibirle acercarse o comunicarse con el viudo de la víctima. La defensa continúa trabajando para desmontar estas acusaciones, apelando a la justicia para una revisión del caso.