Cada año cientos de jóvenes españoles hacen un curso de verano en el extranjero. El objetivo es casi siempre es aprender el idioma, además de disfrutar de la experiencia de residir, aunque sea por un corto espacio de tiempo, en otro país.

Para no encontrarse con imprevistos desagradables, desde la Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero (ASEPROCE) se ha lanzado una serie de consejos clave para gestionar la estancia, respondiendo a muchas de las inquietudes de padres y estudiantes.  

  1. Ponerse en manos de empresas legalmente constituidas que se dediquen de forma profesional a esta actividad.

  2. Verificar si la agencia cuenta con una garantía de calidad que defina los requisitos exigibles a los promotores de cursos de idiomas y los niveles de calidad de todos los servicios relacionados.

  3. Confirmar si la empresa pertenece a una asociación profesional que avale la calidad y la legislación vigente.

  4. Consultar varias opciones antes de optar por una.

  5. Recabar la máxima información posible del programa antes de contratarlo: precios, clases, alojamiento, viajes, traslados, actividades extracurriculares.

  6. Asegurarse de que toda esta información figura en un contrato o documento de condiciones generales.

  7. Contratar un seguro que cubra gastos médicos y otros imprevistos, si no está incluido en el programa.

  8. Elegir adecuadamente el destino en función de la distancia, el nivel de vida del país, los requisitos de visado, etc. 

  9. Tener expectativas realistas y una actitud positiva: aprender un idioma y adaptarse a otra cultura requiere tiempo, pero es una experiencia muy enriquecedora, tanto a nivel personal, como académico.

Según los datos de ASEPROCE, Reino Unido e Irlanda, suelen ser los destinos más elegidos para realizar estancias de verano, debido a su proximidad geográfica y a la calidad de sus instituciones educativas. Por su parte, Francia y Alemania,  son los países con mayor frecuencia elegidos por quienes quieren aprender otros idiomas europeos que no sen el inglés y experimentar diferentes sistemas educativos. 

Estados Unidos y Canadá, las opciones para todo el año

Por el contrario, Estados Unidos es una opción frecuente cuando la estancia que se va a realizar es de un año. "Aproximadamente, 10.000 estudiantes españoles cursan un año escolar en EEUU, principalmente con el visado J1", apuntan desde la Alsicación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero. Sin embargo cada vez son más los que optan por Canadá, que ofrece programas bilingües y un entorno multicultural.

El coste de estudiar en el extranjero

Estudiar en el extranjero implica un desembolso importante, muy variable, claro, en función de las elecciones. 

En lo que atañe a cursos de verano de un mes en Reino Unido el coste oscila entre los 1.100 y los 2.400 euros, dependendiendo de si incluimos alojamiento o no y si optamos por residencia o familia en caso de hacerlo. El precio alcanza casi los 3.000 euros si optamos por clases y estancia en Edimburgo (Escocia). En Irlanda, los precios son similares a los de Inglaterra y quienes optan por Francia o Alemania han de hacer un desembolso parecido. 

Hacer un curso completo, ya son palabras mayores que no muchos pueden permitirse. Una estancia de 10 meses en Estados Unidos oscila entre los 12.000 y los 30.000 euros. 

Los programas básicos en high school público (con visado J-1) son los 'más económicos' y están alrededor de los 13.000 euros. Sin embargo, si se opta por otro tipo de centro, visitas y determinadas zonas (F-1), el precio asciende hasta los 19.000-25.000 euros, en función de si se opta por un centro escolar público o privado. 

En las diferencias económicas también influye que la familia adoptiva lo haga de forma volulntaria o cobrando, que se pueda elegir estado y colegio. A mayor flexibilidad, mayor coste.

Por norma general, estos precios incluyen la matrícula escolar, el alojamiento y pensión en la familia, el seguro médico, el visado y la supervisión de los coordinadores. Suelen pagarse aparte los vuelos, los traslados dentro del país, el material escolar, el comedor, las excursiones y los gastos personales, extras que suponen entre 2.000 y 5.000 euros más.

La opción de Canadá es, incluso, algo más cara. El curso más económico sin vuelos parte de un coste de 16.000 euros y puede llagar hasta los 40.000 en las opciones con costosos centros privados de Vancouver. 

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