Cellnex Telecom donará la partida presupuestaria dedicada a regalos de Navidad a diversos programas de educación, ayuda y desarrollo que gestionan las ONG Save the Children y la delegación italiana de Médicos Sin Fronteras. Según ha informado la empresa en un comunicado es el octavo año consecutivo  en el que proceden de esta manera.

La empresa colaborará económicamente en los programas de educación y lucha contra la pobreza infantil que Save the Children desarrolla en Europa así como a proyectos de socorro médico-humanitario internacionales gestionados por  Medici Senza Frontiere.

Cellnex Telecom es el principal operador europeo de infraestructuras de telecomunicaciones inalámbricas, con una cartera total de 28.000 emplazamientos incluyendo previsiones de despliegue hasta 2022. Cellnex desarrolla sus actividades en España, Italia, Holanda, Francia, Suiza y Reino Unido. La compañía cotiza en el mercado continuo de la Bolsa española y forma parte de los selectivos IBEX35 y EuroStoxx 600. Asimismo forma parte de los índices de sostenibilidad FTSE4GOOD, CDP (Carbon Disclosure Project), Sustainalytics y  “Standard Ethics”.

Sobre Save the Children  

Save the Children es la organización independiente líder en la defensa de los derechos de la infancia en todo el mundo. Trabaja en más de 120 países salvando vidas, proporcionando seguridad y protección a los niños y las niñas y defendiendo sus derechos en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

En Europa, la organización trabaja concretamente con programas de atención a los niños y niñas más vulnerables, centrados en la infancia en riesgo de pobreza o exclusión social. A través de sus proyectos en nuestro país, Save the Children proporciona una atención integral a los niños, niñas y sus familias para que la situación económica o de exclusión social en la que viven no les impida disfrutar plenamente de sus derechos y puedan alcanzar el máximo de sus capacidades.

Sobre Medici Senza Frontiere 

MSF gestiona asistencia médico-humanitaria en más de 70 países del mundo. Desde su constitución, la organización ha tratado a más de cien millones de pacientes, con más de 10 millones de  consultas ambulatorias realizadas tan solo en 2017, y conserva su absoluta independencia respecto de gobiernos e instituciones. Además, MSF se reserva el derecho de intervenir públicamente para denunciar las crisis desatendidas, cuestionar deficiencias o malos usos del sistema de asistencia y defender la mejora de los tratamientos y protocolos médicos.

MSF rechaza la idea de que los países pobres merecen servicios médicos de tercera categoría, por lo que se esfuerza por prestar a sus pacientes una asistencia de la máxima calidad. Al mismo tiempo, MSF procura constantemente mejorar las prácticas internas de su organización. Con el transcurso de los años, MSF ha recibido múltiples galardones de prestigio en reconocimiento por su labor humanitaria en el ámbito médico. En 1999 MSF recibió el Premio Nobel de la Paz.