Sucedió el pasado jueves 20 de agosto. Un hombre vasco circulaba por las carreteras del sur de Francia. No sabía de dónde venía ni a donde iba, por lo que, tras recorrer 240 kilómetros, estacionó en el carril de emergencia de la autopista A-89, que va de Burdeos a Perigueux.

Allí fue donde le encontraron los gendarmes, que rápidamente se percataron del estado del español. No era capaz de soplar en el alcoholímetro, por lo que se lo llevaron al hospital para realizarle la prueba de alcohol en sangre. 

4,75 gramos por litro fue el resultado. Ni médicos ni policías podían creerse el resultado ya que, tal y como declararon, "es muy difícil dar con un positivo superior a los tres gramos por litro, ya que se considera la frontera del coma etílico".

Este vasco ha pulverizado los mayores positivos a nivel mundial. También el récord español, que ostentaba otro vasco que, el pasado mes de febrero, ofreció en Vitoria un resultado de 2,88 gramos por litro. 

Es un milagro que el detenido en Francia no haya causado ningún accidente pero, igualmente, el hombre encara la retirada del carné durante, al menos, seis meses y en octubre está citado para declarar ante el Tribunal Penal de Libourne. Recordemos que los 4,75 gr/l supera en 9 veces los 0,5 gr/l máximos permitidos por ley.