El pasado 14 de junio, una mujer de 46 años y dos menores de edad, de 17 y 12 años fueron asesinados por la pareja de la mujer y padre de los menores, Francisco Javier A. G. Posteriormente, el asesino se precipitó al vacío al vacío.

La Delegación del Gobierno informó de que el Cuerpo Nacional de Policía halló en la vía pública a un varón fallecido "al parecer por precipitación desde el un cuarto piso" y, una vez personados los agentes en el rellano, encontraron a un "joven malherido" en el domicilio de unos de los vecinos y en la vivienda donde residían localizaron "a una mujer fallecida en el salón con heridas de arma blanca".

La delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Victoria Rosell, salió al paso para advertir que  un caso así "nunca es un arrebato": "Esto nunca es un arrebato, son situaciones de violencia estructural y silenciadas que cuando se desencadenan ya no tienen remedio, por eso insistimos tanto en que denuncie la gente, no solo la víctima, sino también su entorno familiar y la vecindad, llamar al 016 o al 112 si es una emergencia salva vidas", subrayó Rosell.

A pesar del terrible acto ejecutado por Francisco Javier ha habido medios de comunicación que han blanqueado al parricida tratando de presentarle como un buen tipo. Por ejemplo, el Diario de Jaen ha titulado la crónica de su entierro como "hombre de buen trato y correcto".

Por otra parte ha presentado a Francisco Javier como una persona que "adoraba a su mujer y a sus hijos"