La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado la descoordinación entre la Policía Nacional y la Guardia Civil en el operativo de búsqueda de la campeona olímpica Blanca Fernández Ochoa, cuyo cuerpo fue encontrado sin vida, el pasado miércoles, en la zona de La Peñota, en Cercedilla, al norte de Madrid.

En un comunicado, la asociación mayoritaria de guardias civiles atribuye la descoordinación a la "duplicidad de funciones y las vanidades profesionales que se han vuelto a combinar en este caso con las habituales consecuencias". Al respecto, la AUGC menciona el "grave fallo de comunicación entre cuerpos policiales respecto al testimonio de un hombre al que la exesquiadora había comunicado el pico al que pensaba dirigirse". Se trata de un vecino que alertó a las fuerzas de seguridad y la puesto de mando del operativo de que se había cruzado con Blanca y que ella le había indicado que se dirigía a La Peñota.

Un modelo policial del siglo  XIX

La asociación apunta a algunas informaciones periodísticas que desvelaron que se produjo "una grave crisis en la que tuvo que mediar la delegada del Gobierno en Madrid para que el Ministerio del Interior no llegara a incluso apartar a la Guardia Civil del operativo". La Delegación del Gobierno ha negado este punto.

La descoordinación en el operativo ha demostrado, según señala la AUGC, que el actual modelo policial requiere ser revisado para "evitar situaciones que se repiten habitualmente" y recuerda que el año pasado, la asociación presentó el pasado año en el Congreso su propuesta para "Un modelo policial del siglo XXI", para que se "modernice y adapte a las necesidades reales de la sociedad actual".

La asociación de guardias civiles pide hacer una reflexión sobre "si España está preparada para afrontar la cooperación que supone alcanzar uno de los objetivos fundamentales de la Unión Europea, como es el ofrecer a sus ciudadanos un espacio común de libertad, seguridad y justicia, ya que para ello es esencial iniciar un trabajo de equiparación salarial y profesional entre los diferentes cuerpos policiales que operan en España, homologando no solo sus retribuciones sino el marco estatutario de derechos y deberes".

La AUGC recuerda que en sus orígenes la Policía Nacional y la Guardia Civil "se distribuyeron geográficamente como policías de ocupación divididas y fraccionadas: la Guardia Civil era competente en el ámbito rural, y la Policía Armada (antecedente de la Policía Nacional) en el medio urbano. Una división del país, a efectos de seguridad, que podía ser útil en el siglo XIX pero que hoy está desfasada, y que apunta, a nuestro juicio, a una de las mayores deficiencias de las que adolece la LOFCS de 1986, que es su incorrecta distribución de competencias".

La asociación entiende que no hay argumentos para mantener el actual criterio de competencias, que "evidencia la llamada guerra de policías", como ocurrió "en el caso de Blanca Fernández Ochoa" y que supone "un mayor empleo de recursos, pero no una mayor eficacia". La AUGC propone establecer "al menos un nuevo mapa de seguridad con un reparto de competencias mucho más especializado, donde no se dupliquen las mismas", y unas bases de datos "comunes", salvo "materias especialmente sensibles, como puede ser la información contraterrorista", que "debiera ser competencia exclusiva de un solo cuerpo, lógicamente, de ámbito estatal".