En las playas del estrecho de Gibraltar hay una alga invasora que asola las costas de la zona. Esta especie de origen asiático se denomina Rugulopterix okamurae y destruye los fondos marinos y estropea las redes de los pescadores. También imposibilita el baño por su gran presencia en la arena y en el mar.

Como recoge ABC, la presencia de este alga se ha convertido en un problema para las costas de Ceuta y Tarifa, donde la llegada de este organismo puede afectar al turismo.

“Está tan extendida que ya no podemos hacer nada aquí, solo prevenir para que no se siga extendiendo a otras zonas”, ha declarado, en una entrevista con Efe, la doctora María Altamirano, presidenta de la Sociedad Española de Ficología y profesora de Botánica y Fisiología Vegetal de la Universidad de Málaga.

María Altamirano, ha expresado su preocupación por este fenómeno, “es una tragedia, nada más está ella. Han desaparecido por completo los bosques marinos”. Y es que este alga tiene una particularidad, “puede clonarse en cientos en cuestión de semanas”, ha explicado, por lo que las autóctonas no pueden competir, por su ritmo lento de crecimiento.

Los pescadores también se ven enormemente afectados por los daños que sufren sus redes. Desde la Federación de Cofradías Pescadores de Cádiz, lo califican de “catástrofe” y denuncian que los peces de roca han desaparecido porque las algas ocupan su lugar.

Origen del alga invasora

En 2016 detectaron la presencia masiva de este organismo y se enviaron muestras a Altamirano, quien determinó que era un alga parda procedente de Japón, China y Corea.

Expertos creen que la llegada de esta especie invasora se debe al tráfico marítimo, ya que en la zona se encuentran los puertos de Algeciras y Tánger Med y cabe la posibilidad de que haya viajado con los mercantes asiáticos.

“El tráfico marítimo no es el problema, el problema es la falta de control de los vertidos de aguas de lastre de los buques (las que los barcos cargan en un depósito en origen para mantener la flotabilidad del barco)”, ha explicado la experta. Esas aguas cuando llegan al destino “se sueltan sin control” y con ellas “los 'polizones' procedentes del Pacífico”.