Aún es complicado, pero España empezará a ver pronto la luz. Los cielos encapotados que predominan en todo el país, descargando con fiereza litros y litros de agua por el grueso del territorio peninsular, se despejarán a no mucho tardar. Al menos, en la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) se atreven ya a poner una fecha de caducidad a las lluvias, pero todavía prevalecerán durante este fin de semana. No será hasta la próxima semana cuando los primeros rayos de sol primaverales asomen por la bóveda nublada.

Han tardado, pero están al caer. Por fin se asoma la primavera con sus primeros rayos de sol. No será un cambio radical ni inmediato, pero ya se empiezan a notar las señales. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la próxima semana traerá consigo un giro notable en el tiempo tras un mes de marzo pasado por agua.

Después de semanas de lluvias incesantes y hasta cuatro borrascas encadenadas en solo 12 días, parece que el panorama meteorológico empieza a calmarse. La última de estas borrascas, Martinho, se despedirá en breve y dará paso a cielos más despejados. AEMET señala que el miércoles 26 marcará el inicio de esta mejoría, aunque no en todo el país. Todavía habrá algunas precipitaciones, pero nada comparado con los aguaceros recientes.

Por su parte, Meteored prevé que Martinho perderá fuerza rápidamente durante el fin de semana. Sin embargo, su retirada no será inmediata y todavía habrá aire frío en altura, lo que favorecerá la aparición de chubascos dispersos, incluso con alguna tormenta aislada, entre el sábado y el martes. El meteorólogo Samuel Biener, de Meteored, explica que no se esperan lluvias tan intensas como las de las últimas semanas, pero sí algo de precipitación en zonas bajas y nieve en los principales sistemas montañosos.

¿Qué nos espera el fin de semana?

El fin de semana seguirá inestable en buena parte del país, con lluvias ocasionales y temperaturas frescas, especialmente en el norte. En el centro y el sur, las nubes seguirán presentes, aunque con mayores momentos de sol. A lo largo del sábado, se esperan chubascos dispersos en el Cantábrico y en zonas del interior peninsular, mientras que en el Mediterráneo podrían registrarse lluvias débiles. En la meseta norte y el sistema ibérico, el ambiente será frío, con máximas contenidas y posibilidad de nieve en cotas altas.

El domingo se presenta más variable, con apertura de claros en amplias regiones de la mitad sur y el litoral mediterráneo, mientras que el noroeste aún podría recibir lluvias intermitentes. En Canarias, la situación será más estable, con temperaturas suaves y cielos parcialmente despejados. En general, el ambiente seguirá fresco, pero la tendencia a la mejoría se hará más evidente conforme avance la jornada. De cara a la próxima semana, la tendencia apunta a una mejora progresiva, con cielos más despejados y temperaturas algo más agradables. Así que paciencia, porque aunque la primavera se resiste, parece que finalmente va encontrando su camino.

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