Adiós al frío polar. Al menos durante una semana. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha puesto fin a la epidemia de termómetros bajo cero diseminada por el grueso del territorio nacional en estas jornadas. Un giro inesperado impulsado por la presencia de borrascas atlánticas que transformarán el escenario meteorológico en las próximas semanas y que cambiará el patrón atmosférico por completo. Se espera que a comienzos de la próxima semana aterrice en el país una masa de aire templado que dejará un clima más húmedo y cálido.
Tras días en los que los mercurios se han desplomado hasta los -12 grados centígrados en las noches de algunas zonas del país, el aire templado cobrará protagonismo a partir de la semana del 20 al 26 de enero. Este cambio radical viene motivado por el flujo de borrascas del Atlántico, que elevarán las temperaturas a niveles por encima de los habituales para esta época del año en todo el país, explican en el blog de la AEMET. A ello se le suma un aumento de las precipitaciones y su intensidad, siendo más generosas de lo normal en casi todo el territorio, con la excepción del norte. Incluso en las Islas Canarias se espera la presencia de chubascos.
El cambio será sustancial en aquellas zonas que han sufrido bajas temperaturas o nevadas prominentes, como Teruel, Barcelona, Girona y Castellón. En estas provincias, el paso del frío polar seco a este ambiente más cálido y húmedo se notará como un respiro, pero tampoco se salvan estos territorios de la amenaza de lluvia pudiendo incluso afectar a la movilidad y, por supuesto, de actividades al aire libre.
A pesar de que las previsiones para el final de este primer mes de 2025 no son tan precisas como la AEMET querría, sí que auguran que ese ambiente cálido se mantenga durante al menos una semana más. El organismo estima probable que los últimos días del mes también registren temperaturas superiores a las habituales para esta época, junto a precipitaciones en el oeste y en el centro de la Península. Tal escenario podría incluso extrapolarse a otras zonas del país, aunque la intensidad y la localización de los chubascos presenta más dudas que certezas en estos instantes.
Por otro lado, creen que el aumento de las temperaturas podría comportar signos positivos en el país, como el alivio en las provincias que han sufrido las heladas prolongadas, pero también podría implicar riesgos asociados al lluvias torrenciales en algunas áreas del país.
¿Misma tónica para febrero?
La primera semana de febrero, sin embargo, se prevé que el tiempo tienda a estabilizarse. Aunque las predicciones son aún más inciertas, la AEMET indica que predominará de nuevo el mismo ambiente cálido de los últimos días de enero, aunque las lluvias tenderán a ceder considerablemente, abriendo el camino a un clima más seco. Sin embargo, el tercio norte peninsular podría quedar bajo la influencia de frentes borrascosos que descargarán por latitudes altas, donde aumentaría la posibilidad de precipitaciones.
Regiones como Galicia, Asturias y el País Vasco podrían experimentar lluvias frecuentes debido a un cambio meteorológico que se prevé en los próximos días. Por otro lado, el resto de España podría disfrutar de un periodo más seco, lo que ofrecería un respiro a aquellos que buscan alejarse del frío intenso. Sin embargo, este cambio dependerá de la evolución de las borrascas atlánticas y sus trayectorias, que influirán en la distribución y frecuencia de las precipitaciones.
Aunque este escenario resulta favorable para quienes desean un clima menos severo, también podría presentar ciertos riesgos. Las lluvias intensas previstas en diversas zonas del país podrían generar inundaciones puntuales, especialmente en áreas más vulnerables. Por ello, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) recomienda seguir de cerca las alertas meteorológicas para estar preparados ante cualquier eventualidad. Además, el contraste térmico entre el aire frío residual y la llegada de aire más templado podría dar lugar a la formación de nieblas densas en algunas regiones, lo que afectaría la visibilidad en carreteras y podría representar un peligro para los conductores. Por tanto, es importante extremar las precauciones durante estos cambios meteorológicos.