Después de una Nochebuena y una Navidad en las que las temperaturas han resultado ser agradables, durante los próximos días de fiesta parece que la tendencia va a cambiar. Ya este martes, 26 de diciembre, el país ha amanecido en buena medida con precipitaciones y heladas, y el escenario se mantendrá a lo largo de la semana, según advierte la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de manera que los días previos a Nochevieja y Año Nuevo estarán marcados por un río atmosférico y una irrupción polar que dejará no solo lluvias, sino también nieve en buena parte del territorio.

De momento, este martes nuestra geografía estará marcada por un tiempo anticiclónico especialmente presente en la meseta norte y el interior de la Península, con fuerza especial en Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha y zonas de Cataluña y Extremadura. Estos lugares estarán en aviso amarillo por temperaturas mínimas de -6ºC y la visibilidad en ellos se limitará, según la AEMET, de hasta 200 metros.

Galicia será uno de los rincones que más intervalos nubosos registrará. Habrá posibilidad de lluvias débiles e intervalos de viento fuerte en la costa, mientras que las temperaturas mínimas aumentará en la zona noroeste y los vientos soplarán en el suroeste, con intervalos más fuertes a lo largo de la tarde-noche.

En el resto de la Península la predicción de la Agencia es que siga la situación anticiclónica invernal, con predominio de cielos sin apenas nubes, aunque con algo de niebla, especialmente durante la madrugada. En lo que respecta a las temperaturas, las máximas bajarán en el norte penínsulas y suroeste, y dejará cambios notorios en el resto del territorio. Por su parte, los vientos soplarán de poniente en litorales del sureste, de poniente en Estrecho y Alborán y del noroeste en el bajo Ebro. La situación de nubes, viento y temperaturas será similar en Baleares.

En el otro archipiélago, el canario, se esperan intervalos nubosos en el norte de todas las islas durante las madrugadas y las primeras horas de la mañana, aunque esto cambiará en el sur. Eso sí, no se descartan chubascos ni alguna tormenta ocasional en la zona noroeste. Como viene siendo habitual en la zona, está previsto que haya calima ligera en la provincia oriental, aunque tenderá a irse desvaneciendo poco a poco durante la segunda mitad del día. Entretanto, en las zonas de interior, estas temperaturas no experimentarán mucho cambio, si acaso verán un ligero ascenso y cómo sopla el viento de manera moderada en el noreste, medianías y los lugares más elevados.

Lluvia y nieve para despedir el 2023

La lluvia, las heladas e incluso la nieve serán un constante a lo largo de la semana. Por días, mañana miércoles el país amanecerá con niebla y heladas en el interior, Y con nubes que reducirán la visión en la zona noroeste de la Península. A última hora del día, Galicia, puntos del noroeste de Castilla y León y el Cantábrico occidental traerán consigo lluvias, aunque el tiempo se mantendrá estable en el resto del país.

El frente atlántico que provoque las temperaturas de hasta -6ºC dará paso a un río atmosférico subtropical que vendrá desde el Atlántico. Con ello, las precipitaciones en forma de lluvia irán cubriendo las zonas noroccidental, intensificándose en el sur de Galicia y los puntos más interiores de Castilla y león. A lo largo de la jornada, las temperaturas ascenderán de manera ligera a lo largo del día, quedando con ello a un lado las lluvias, aunque persistirán las heladas.

Ya el viernes, a tan solo dos días para despedir el año, las lluvias se mantendrán en el noroeste y el Cantábrico oriental, aunque irán perdiendo fuerza con el transcurso del día. El sur (Andalucía), también puede dejar lluvias de forma ocasional y dispersa, e incluso nevadas débiles en Sierra Nevada. Para que el lector se haga una idea más clara del tiempo con el que se va a cerrar el año, Canarias será el único punto en el que el tiempo permanecerá estable el viernes.

Y así llegamos a Nochevieja, al fin de semana que cierra este 2023 y en el que la predicción no está del todo clara. Lo que sí parece una evidencia, es que el frío se mantendrá, con unos termómetros ya más propios de esta época del año que los que protagonizaron la Nochebuena y la Navidad. Dicho lo cual, en este punto hay que hablar de la llegada de una irrupción de aire polar, que provocará que las temperaturas bajen de forma generalizada, quedando patentes las heladas en el interior peninsular, aunque en este caso podrían alcanzar Baleares, especialmente Mallorca.

De vuelta con las precipitaciones, serán un constante en las zonas cantábrica y pirenaica. De hecho, se mantendrá la nieve, aunque podría bajar hasta los 1.000 o 1.200 metros en el Pirineo y la Cordillera Cantábrica. Entretanto, el día de Año Nuevo empezará con heladas intensas, aunque localizadas en el interior y zonas de montaña, mientras que las temperaturas subirían ligeramente durante la primera semana de enero.