El actor Gérard Depardieu ha sido acusado de violencia sexual por 13 mujeres según ha informado el diario francés 'Mediapart' tras una investigación de varios meses. Los hechos presuntamente ocurrieron durante los rodajes de once películas del intérprete francés, que fueron estrenadas entre 2004 y 2022.

Tras la publicación de los testimonios de estas mujeres, Depardieu (de 74 años de edad) ha negado cualquier comportamiento penalmente reprobable. Las mujeres que han ofrecido su testimonio a 'Mediapart' acudieron a la justicia, pero ninguna de ellas presentó denuncia al pensar que su palabra no sería suficiente frente a la del actor, así como el temor a las consecuencias sobre su futuro profesional ante cualquier denuncia pública.

Todas las víctimas, entre las que se encuentran tanto actrices, como maquilladoras o técnicas, coinciden en la existencia de un mismo "modo de funcionamiento": el intérprete solía tocar partes de sus cuerpos sin su consentimiento, además de hacer comentarios obscenos. Las mujeres también desvelan que, cuando se quejaban de su comportamiento, algunos testigos respondían "¡Oh, está bien, es Gérard!".

"Gérard metió la mano debajo de mi vestido"

Entre los testimonios recogidos por 'Mediapart', se encuentra el de 'Lyla' (nombre ficticio para proteger su identidad), que contaba con 24 años cuando participó como extra en 2014 en la película 'Big House' (estrenada en 2015), dirigida por Jean-Emmanuel Godart, en la que Depardieu interpreta al dueño de un burdel.

"Sin previo aviso, Gérard metió la mano debajo de mi vestido. Sentí sus dedos tratando de colarse para alcanzar mis bragas", relata y añade que "le repelió la mano". "Pero siguió, se puso agresivo, trató de quitarme la ropa interior y tocarme: entendí que no estaba jugando su personaje. Si no lo hubiera detenido, lo habría logrado", lamenta.

Unos años después, 'Lyla' consultó a un abogado pero no fue más allá al pensar que los hechos habían prescrito. El pasado mes de marzo, tras la entrevista concedida a 'Mediapart', decidió enviar su testimonio a la justicia francesa "para ayudar a CharlotteArnould". "Quiero hacer mi parte como mujer en el mismo sector y me niego a ser parte del problem al permitir tal comportamiento permaneciendo en silencio", explica.

Depardieu está imputado desde diciembre de 2020 por violación y agresión sexual, tras la denuncia de la actriz CharlotteArnould, que acusa al actor de haberla violado en la casa parisina de este último, en una mansión del distrito 6 de la capital.

"Caballero amante del cortejo"

'Mediapart' indica que ha querido ponerse en contacto con Depardieu pero que éste no quiso reunirse con los periodistas ni responder a sus preguntas escritas. A través de sus abogados, "niega formalmente todos los cargos susceptibles de ser objeto de la ley penal".

Durante sus audiencias como parte de la investigación judicial, el actor negó ser "un depredador" y se describió a sí mismo como "un caballero amante del cortejo", "opuesto a toda forma de violencia, ya sea verbal, física o psicológica" y "extremadamente modesto" en materia sexual.

Depardieu, siempre en el foco de la polémica

El protagonista de, entre otras películas, Astérix y Obélix contra César y Cyrano de Bergerac siempre ha sido un bon-vivant y siempre ha estado en el ojo público por sus polémicas. Y una de las más sonadas tuvo lugar en el año 2013, cuando el actor consiguió la nacionalidad rusa a causa de que el Gobierno Francés quería subir los impuestos hasta un 75% a los residentes en Francia que ganasen más de un millón de euros.

En la actualidad, tal y como el propio intérprete confesó a L’Obs, sigue manteniendo su pasaporte francés y continúa siendo ciudadano ruso y además ha obtenido la dubaití, aunque Depardieu no detalla cuándo lo obtuvo.  “A veces pienso en devolver mi pasaporte francés […] Tengo muchas nacionalidades y vidas esperándome. Mi país, lo tengo en la cabeza, llevo su belleza en mí, pero quiero ser libre para irme”, afirmó al mencionado medio.

Este caso emerge en un contexto en el que otros artistas también han sido salpicados recientemente por escándalos similares; por ejemplo, el del madrileño Plácido Domigo, que 2020 fue acusado por nueve mujeres de acoso sexual. Una denuncia que fue expuesta por la agencia de noticias norteamericana Associated Press, que se hizo eco de las denuncias de las supuestas víctimas, que fueron completamente anónimas salvo el de la mezzo-soprano Patricia Wulf, la única que hizo la denuncia públicamente.

"Es doloroso escuchar que puedo haber molestado a alguien o haberlos hecho sentir incómodos, sin importar cuánto tiempo haya pasado y a pesar de mis mejores intenciones. Creía que todas mis interacciones y relaciones siempre eran bienvenidas y consensuadas. Las personas que me conocen o que han trabajado conmigo saben que no soy alguien que intencionalmente dañaría, ofendería o avergonzaría a nadie", declaró el intérprete.