Tras unos años en los que parecía que los avances en ortodoncia estética iban encaminados a conseguir tratamientos cada vez menos visibles al ojo humano, como la ortodoncia invisible o la ortodoncia lingual, que consiste en colocar los brackets por la parte interior de los dientes, de repente, las modas cambian y los brackets vuelven a ser tendencia.

Si bien es cierto que según comentan los expertos, como esta clínica dental en Cartagena, la mayoría de españoles que recurren a estos tratamientos, aún optan por las opciones más discretas como la ortodoncia transparente, conocida por muchos por su nombre comercial ‘invisalign’, en otros países esto está cambiando.

Hace 10 o 15 años, nadie se creería que a día de hoy llevar aparato o brackets iba a ser algo de lo que sentirse orgulloso, mucho menos todos aquellos jóvenes que pasaron cierta vergüenza por llevarlos y tuvieron que sufrir la crueldad de algunos de sus compañeros de instituto o colegio. Cada vez son más los famosos que lucen o en su día lucieron sus aparatos dentales sin ningún pudor, como por ejemplo Madonna o Miley Cyrus, y esto ha marcado un antes y un después en lo que a estética dental se refiere.

A tal punto ha llegado la moda de los brackets, que en internet se pueden encontrar no sólo brackets falsos, sino, hasta tutoriales para fabricarlos. Sobre todo en países del sudeste asiático se está volviendo bastante común llevar brackets falsos, pero ¿Es peligrosa esta tendencia? Pues realmente si. El principal problema puede derivar de usar una ortodoncia fija que no se necesita, este tipo de aparato está diseñado para mover y alinear los dientes, si se usa en una dentadura que no lo necesita, podría ser contraproducente. Además, está claro que ningún profesional cualificado va a prestarse a colocar unos brackets que el paciente no necesita y mucho menos comprados en otro sitio.  Esto hace que se recurra a lugares en los que gente que se hace pasar por dentista se dedica a colocarlos de muy mala manera, la mayoría de veces de manera poco higiénica y sin material convenientemente esterilizado, lo que deriva en futuras infecciones, incluso enfermedades. Es por eso que en países algo más desarrollados, este tipo de técnicas con personas poco o nada cualificadas, no se lleven a cabo.

Pero aun así, y dejando de lado los brackets falsos, los de verdad si son una tendencia en auge en muchos países, como es el caso de Australia. Cada vez son más los niños y jóvenes menores de 30 años, a los que les parece maravilloso oír a su ortodoncista decir que necesitan este tratamiento. Esto también puede derivar del avance en materia de brackets, que ha hecho que se puedan volver parte distintiva de tu look dándole tu toque personal, como si de una joya más se tratase. A día de hoy puedes decorar y cambiar el color de tus brackets mediante gomas de todo tipo, las encuentras de casi de todos los colores habidos y por haber, incluso las hay con formas, ya puedes llevar un aparato lleno de cabecitas de Mickey Mouse. ¿A qué niño no le gusta eso? Además, existen varios materiales y acabados, los hay metálicos, de cerámica, incluso de oro, cosa que les encanta a muchos, ¡Por algo existen los dientes de oro!

En definitiva, ¡No hay mal que por bien no venga! Y es que, gracias a que las ortodoncias estéticas en general, no solo los brackets, están de moda, cada vez son más los que recurren a ellas. Aunque se puedan colocar a cualquier edad, es mucho más sencillo y por tanto rápido, recolocar las piezas dentales antes de los 15 años y esta tendencia ha hecho que muchos niños pierdan el miedo y sobre todo, la vergüenza a la hora de llevar aparatos. Además, un aumento de la demanda de cualquier producto hace que cada vez se investigue y se avance mucho más, dando lugar a métodos nuevos y sobre todo, a una gama mucho más amplia de posibilidades y precios, lo que hace que mucha más gente tenga este tipo de tratamientos a su alcance.

Finalmente, decir que, aunque pueda parecer que no tener los dientes alineados sea solo un problema estético, muchas son las personas que tienen otros problemas derivados de que el maxilar superior, no encaje con la parte inferior, como por ejemplo, el bruxismo, que consiste en rechinar o apretar los dientes, la mayoría de las veces inconscientemente, que además acaba provocando otros muchos problemas como dolores de cabeza, problemas en las articulaciones del cuello y en la mandíbula, dolor y pitidos en el oído y en algunos casos inclusos trastornos de ansiedad e insomnio. Por lo que en líneas generales, la moda de los brackets aporta muchas más ventajas que inconvenientes.