En un panorama digital donde la inmediatez gobierna y las tendencias cambian en cuestión de horas, hay creadoras que construyen universos propios sin perder autenticidad. Una de ellas es Rebecca Vilches, su trabajo —que combina humor, narrativa y estética cinematográfica— ha redefinido la forma de contar historias sobre videojuegos en redes.

En conversación con Victoria Rodríguez, Rebecca abre la puerta a su proceso creativo, sus miedos y la inesperada evolución que la llevó de la fotografía artística a convertirse en una de las creadoras más queridas del sector.

 

Del salón de casa al “cine-gaming”

Lo que hoy son sketches elaborados y virales como La Batalla de las Consolas comenzó siendo una idea modesta y casi doméstica. “Nos grabábamos en el sofá”, recuerda Rebecca entre risas. La serie, que mezcla humor y narrativa con referencias históricas del mundo del gaming, nació como un proyecto de marca que Ezequiel —su pareja y compañero creativo— transformó en una franquicia reconocible.

Ella se unió desde los primeros episodios, aportando guión, estética y personajes. Con el tiempo, la saga se convirtió en uno de los formatos más creativos del gaming español, demostrando que no se necesita un gran equipo para contar historias con alma.

“Somos dos personas grabando en casa, pero intentamos unir cine con videojuegos. Es nuestro sello.”

 

Una creadora que no se encasilla

Además de la narrativa, Rebecca mantiene un espacio propio donde recomienda juegos cozy, comparte humor sobre Los Sims, y explora títulos indie. Su versatilidad proviene desde la adolescencia, aunque durante años —confiesa— solo jugaba Los Sims y Animal Crossing.

La pandemia fue un punto de inflexión: comenzó a hacer directos, probó sagas como Dark Souls y Elden Ring, y por primera vez se abrió a géneros que no pensaba que disfrutaría. Desde entonces, su relación con los videojuegos es más amplia, curiosa y analítica.

 

El salto profesional… y la montaña rusa de ser creador

Rebecca lleva ya dos años dedicándose exclusivamente a la creación de contenido, aunque el camino no ha sido fácil. Relata épocas duras trabajando para equipos de eSports que quebraron sin pagar durante dos veranos seguidos, lo que la dejó al borde de buscar otros empleos para sobrevivir.

Aun así, la constancia y el impulso creativo no cesaron:
“Este año he sentido por primera vez que estoy donde tengo que estar”, afirma con seguridad.

Hoy colabora con marcas relevantes, hace campañas y se mantiene fiel a un estilo propio. Su mayor ilusión: trabajar para Los Sims, el juego que la vio crecer y que confió en ella “desde pequeña”, incluso cuando las marcas dudaban en contratarla a ella sola.

 

El desafío de la inmediatez y la presión del directo

Aunque muchos creadores basan su identidad en los directos, para Rebecca sigue siendo la parte más complicada del trabajo.

“Admiro a la gente que hace stream todos los días. Yo puedo grabar y editar horas, pero ponerme en directo me cuesta muchísimo.”

La presión de la espontaneidad, sumada al miedo a sentirse expuesta, hace que los eventos presenciales o las transmisiones en vivo sean sus mayores retos. Aun así, reconoce el valor de esos espacios para conectar con otros creadores y con su comunidad.

 

Creatividad sin límites: maquillaje, cortos y cine

Pocas personas saben que Rebecca maquilla a todos los personajes de sus sketches y a Ezequiel en caracterizaciones complejas —desde héroes como Kratos hasta figuras caricaturescas del gaming. Por eso, aunque ama los videojuegos, sueña con expandirse hacia el maquillaje creativo, el lifestyle y, sobre todo, el cine.

“Nuestro sueño es hacer cortometrajes profesionales, con actores y equipo real. Algo grande.”

No es una ambición improvisada: Rebecca viene del mundo de la fotografía artística, donde luchó por hacerse un hueco antes de asumir que la creación digital sería su nuevo camino. Hoy, sus vídeos son una mezcla única de esa sensibilidad estética y el humor que la caracteriza.

 

La motivación detrás del contenido

A Rebecca le mueve el amor por los videojuegos, pero también la necesidad de contar historias. Jugar a juegos que la emocionan, la impulsa a transmitir sensaciones y a recomendar pequeñas joyas que merecen más visibilidad.

Aún está explorando “cuál será su estilo final”, pero tiene claro que necesita estar en un entorno creativo y dinámico. No se ve en un trabajo rutinario, y confiesa que aunque la vida de creadora es agotadora:

“Me da dopamina. Me encanta lo que hago, incluso cuando me desvelo editando hasta las cuatro de la mañana.”

 

Su mensaje para quienes quieren empezar

Rebecca, que empezó con vergüenza a salir en cámara, tiene claro lo que quiere decirle a quienes sienten miedo al ridículo:

“Al principio da cringe… pero luego se empieza a monetizar.”
“Que hablen. Si te gusta, hazlo. Lo que piensen los demás da igual.”

Para ella, el camino está en atreverse, ser constante y, sobre todo, disfrutar del proceso creativo.

 

Conclusión: Rebecca Vilches, una narradora del gaming moderno

Rebecca representa a una nueva generación de creadores que no se conforman con seguir tendencias: las transforman. Su mezcla de humor, cine casero y pasión por el gaming la ha convertido en una voz cercana, creativa y profundamente auténtica.

Desde la intimidad de su salón hasta sus sueños de cine, Rebeca demuestra que no hacen falta grandes estructuras para crear contenido memorable; hace falta visión, pasión y mucho corazón.