La recién estrenada película de Napoleón está haciendo correr ríos de tinta sobre las bondades y maldades de este emperador. Lo que resulta inevitable, a tenor de su premier en el Museo del Prado, es hablar de la relación directa entre Napoleón y el mayor saqueo de pintura en la historia de España.

Los evidentes progresos que supuso en España el gobierno napoleónico no son suficientes para olvidar una auténtica malversación del patrimonio artístico de nuestro país. Ya fue criticado en su época y a la luz de la historia sigue siendo una auténtica tragedia.

La túnica de José, uno de los cuadros de Velázquez destinados a Napoleón

La túnica de José, uno de los cuadros de Velázquez destinados a Napoleón.

Cuando en 1808 José Bonaparte se coronó como rey de España, comenzaron una serie de proyectos, a priori avanzados, como un museo nacional que compilase lo mejor de las artes españolas. Para ello se utilizaría el palacio de Buenavista y como punto de partida las obras procedentes de templos desamortizados.

Sin embargo, dicho proyecto contaba con un trasfondo cuanto menos extraño. Paralelo a este museo conocido como Museo Josefino, se creaba en París el Museo de Napoleón, donde se albergaría lo mejor de la cultura occidental, y por ende lo mejor de el Museo Josefino.
A tal efecto en 1810 se creó una comisión de expertos españoles que seleccionasen los 50 mejores cuadros de la pintura española para enviarlos a París.

Listado de las 50 pinturas para Napoleón con la firma de Goya

Listado de las 50 pinturas para Napoleón con la firma de Goya. Fuente: Patrimonio Nacional.

Dicha comisión estaba formada por los pintores Mariano Salvador Maella, Manuel Napoli y Francisco de Goya. Pero, ¿cómo Goya participó en algo así? Es precipitado hacer ningún juicio, es más, su obra puede darnos una respuesta. En el grabado 'Así sucedió' de Los desastres de la guerra, Goya demuestra que conocía perfectamente las fatales consecuencias de oponerse a estos saqueos.

Así pasó, un grabado en el que Goya representa la brutalidad de los saqueos

 'Así pasó', un grabado en el que Goya representa la brutalidad de los saqueos.

Aun así, el gobierno de los Bonaparte no parece que estuviesen muy satisfechos con la labor de Goya pues pronto fue sustituido por Dominique Vivant, Barón Denon, a la sazón futuro director del Museo del Louvre y desde luego con muchísimos menos remilgos que el maestro aragonés.

Como aquella fatídica lista se conserva podemos cuantificar la tragedia. De no haberse recuperado algunos cuadros el actual museo del Prado perdería al menos once de sus más icónicas pinturas, tanto de grandes maestros como Velázquez (de quien perderíamos un retrato del príncipe Baltasar Carlos), Juan Bautista Maíno (de quien perderíamos 'La recuperación de Bahía de Todos los Santos') y Eugenio Cajés (La recuperación de San Juan de Puerto Rico”), como de pintores no tan famosos como Pedro de Orrente, Mateo Cerezo o Francisco Collantes, sin olvidar otros tantos de autores no españoles como Rafael.

También afectó al Escorial, donde lienzos también velazqueños como 'La túnica de José' o 'El martirio de Santiago' pintado por Juan Fernández Navarrete el Mudo o 'Jacob y el rebaño de Labán' de José de Ribera hubiesen desaparecido para siempre.

Del mismo modo otras instituciones, como la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, hubiesen perdido cuadros icónicos como 'El sueño del caballero'. Lo mismo le pasaría a la Basílica de San Francisco el Grande, donde se quedarían sin la obra del prodigioso Juan Martín Cabezalero.

Así podríamos seguir con un doloroso listado en el que puede que se destruyesen obras como 'La expulsión de los holandeses de la isla de San Martín por el marqués de Cadreita' de Eugenio Cajés (actualmente en paradero desconocido).

Otros cuadros sobrevivieron, pero desde luego en unas manos que no les correspondían. Tal es el caso de los tres cuadros que Zurbarán pintó para la cartuja de Jerez y que aunque nunca fueron legalmente devueltos regresaron a España por manos del duque de Montpensier. Es entonces cuando parece que el fotógrafo Jean Laurent los fotografió pero pocos años más tarde acabaron fuera de España en colecciones privadas terminando dos de ellos en el museo de Grenoble y el otro en el Metropolitan de Nueva York.

La batalla de Jerez pintada por Zurbaran propiedad del Metropolitan de Nueva York a causa de los saqueos napoleónicos

La batalla de Jerez pintada por Zurbaran propiedad del Metropolitan de Nueva York a causa de los saqueos napoleónicos.

Otros como 'El martirio de San Pedro Arbués' forman parte hoy del Museo del Hermitage y solo Dios sabe donde fueron a parar el resto. Una tragedia que se incrementó con el pillaje y el saqueo de generales napoleónicos perfectamente identificados, como el mariscal Soult,o Armand Augustin Louis de Caulaincourt.

Visto, por tanto, el saqueo, el engaño, el robo y la destrucción que causaron las tropas napoleónicas en el patrimonio español quizá sería bueno reflexionar si no hay más sitios en todo Madrid para estrenar una pelicula sobre Napoleón que junto a los cuadros que mandó robar que, por esas cosas del destino, se fueron a colocar a escasos metros de donde se produjeron los fusilamientos aquel fatídico 2 de mayo de 1808.

Las barbaridades de las tropas napoleónicas en Madrid se cometieron a escasos metros de donde tuvo lugar la premiere

Las barbaridades de las tropas napoleónicas en Madrid se cometieron a escasos metros de donde tuvo lugar la premiere.