Esta semana, el clamor público volvía a estallar contra el partido ultraderechista Vox. La formación que lidera Santiago Abascal era noticia por votar en Andalucía en contra de las matrículas gratis para los universitarios. Una decisión que benefició a cerca de 100.000 estudiantes (91.884 alumnos, según fuentes del Gobierno) solo durante el pasado curso académico.   

No obstante, pese a la negativa de estos, la medida salía adelante gracias al apoyo del resto de partidos que componen el Parlamento andaluz, es decir, PSOE, PP, Ciudadanos y Adelante Andalucía. 

Esta batalla sin cuartel de Vox contra la enseñanza pública se acentúa si comparamos sus actuaciones en dos comunidades autónomas: Andalucía y la Comunidad Valenciana. En esta última, lejos de torpedear la enseñanza, abogan por dar un cheque a las familias. Pero, ¿dónde está el truco? Pues que ese dinero solamente iría para los niños que estén inscritos en colegios privados. 

"El dinero se está malgastando por los que dominan la enseñanza pública", afirmó el presidente de la formación ultra en la provincia de Valencia, José María Llanos. Asimismo, cargó duramente contra la enseñanza pública: "¿Es que no todos somos buenos españoles, es que no puede haber una buena educación y además de calidad que no tenga que ser necesariamente pública? Nosotros no somos Podemos, no queremos un gran Estado. Cuanto menos Estado, más libertad para los ciudadanos".