El hombre que asesinó a su mujer en el barrio madrileño de Tetuán ha sido detenido este lunes por una patrulla de seguridad ciudadana después de que un ciudadano le reconociera y diera el aviso al 112. El cadáver de María Pilar fue encontrado el pasado viernes a media noche en su domicilio, en el que vivía junto a su hijo de 8 años y su pareja. Atada, con contusiones en la cabeza y lesiones de arma blanca, el cuerpo sin vida de esta cirujana del Hospital de La Princesa aumenta en uno más el número de la lacra de la violencia machista.

Una situación límite que no cesa en nuestro país, con un repunte de las víctimas en los últimos meses que evidencia la gravedad de la situación. Tema prioritario en la agenda política, al menos para la mayoría de los partidos con representación. Sin embargo, son muchos los que reprochan al Partido Popular -especialmente al madrileño- que trate de tejer una variante argumental en cada una de sus intervenciones a fin de agradar a sus socios de Vox y atender a sus demandas.

José Luis Martínez Almeida encabezó este lunes el minuto de silencio brindado a María Pilar a las puertas del Ayuntamiento de Madrid. Preguntado por la prensa, dijo estar comprometido en acabar con este tipo de actuaciones: “Hemos activado el protocolo que se sigue siempre que suceden este tipo de desgraciados acontecimientos”.

Dos minutos de intervención frente a los micros agolpados y ni una mención explícita y sin medias tintas a la “violencia de género” y la “violencia machista”. Al igual que su homóloga en la Asamblea de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en la Sesión de Investidura, el alcalde de Madrid tejió un discurso perfectamente pensado para no levantar ampollas entre sus socios. “Nosotros vamos a seguir trabajando de forma infatigable para que no se produzcan asesinatos en la ciudad de Madrid. Es una lacra intolerable y estamos plenamente comprometidos para que este tipo de sucesos no se vuelvan a producir”, dijo Almeida.

Preguntado directamente por la perífrasis utilizada para no nombrar los términos rechazados por la extrema derecha en su programa y listado de requisitos, el popular alegó que “conviene no hacer un uso interesado ni partidista de estos acontecimientos tan luctuosos que se producen con demasiada frecuencia y sí ponerse a trabajar para que no se vuelvan a producir”.

Por su parte, ni los doce de Rocío Monasterio ni los cuatro de Javier Ortega Smith decidieron asistir al minuto de silencio en recuerdo a la última asesinada a manos de su pareja sentimental. No es la primera vez que Vox da un plantón a una convocatoria de este tipo, retirándose de las pancartas que hacían alusión al problema o dejando de asistir.