Entre la multitud de cambios inesperado que nos ha dejado la pandemia del coronavirus se encuentra el curioso caso de José Luis Martínez Almeida. El alcalde de Madrid ha sido uno de los primeros en conseguir un acuerdo transversal para combatir la covid-19​, abarcando desde Vox hasta Más Madrid. Un acuerdo, necesario a todas luces, que sigue sin llevar se a cabo a nivel nacional y que le ha valido a Almeida el papel de 'moderado'.

Sin embargo, podría decirse que ese es su único alarde de moderación durante el año que lleva dirigiendo el consistorio de la capital. Las redes se han encargado de difundir varios vídeos en los que se recopilan diversos momentos en los que el alcalde se muestra mucho más cómodo en un discurso cercano al de la ultraderecha de Vox que haciendo guiños al centro. 

Tildar a su predecesora en el cargo, Manuela Carmena, de "castrista", al Presidente Pedro Sánchez de "hortera de medio pelo, pretencioso venido a más con esas gafas de sol" o al colectivo del centro social La Ingobernable de "pandilla de desarrapados y chupópteros" son solo ejemplos de sus nada moderados calificativos.

Pero tampoco parecen muy centristas su visión de algunas polémicas más ideológicas, como cuando se solicitó que el consistorio actuase ante el drama de los desahucios. "Va a generar usted un efecto llamada, porque ¿cuál es el mensaje que está usted transmitiendo a la sociedad? que no pasa nada por no pagar las hipotecas, porque el Ayuntamiento de Madrid no va a desahuciar a nadie", respondía el popular.

Almeida equiparó la quema de una bandera de España con un delito de odio, asemejándolo a las agresiones racistas u homófobas. De igual forma, los altercados en el barrio de Lavapiés provocados por la muerte de un senegalés perseguido por la policía, fueron para el alcalde "los mayores incidentes violentos registrados en Madrid en muchos años, generados por Podemos, por Ahora Madrid y por todo su entorno".