Este lunes se cumplen dos semanas desde que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reuniera en Moncloa con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y encargaran a sus fontaneros de confianza alcanzar un acuerdo para renovar el CGPJ. Félix Bolaños y Esteban González Pons se pusieron manos a la obra y, cuando los ecos indican que el acuerdo está cercano, Unidas Podemos ha entrado en escena. Los morados presionan para incluir a la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, en la terna de candidatos.

En una rueda de prensa celebrada este lunes, los coportavoces de Podemos, Javier Sánchez Serna y María Teresa Pérez, han pedido al PSOE que se mantenga “firme” ante el intento del PP de excluir de forma “injustificable” a la magistrada Rosell. Los morados han tildado de “chantaje” el veto de Génova y lo enmarcan en una suerte de “venganza política” contra ella. Incluso, han calificado de “chiste de mal gusto” que los de Feijóo se escuden en criterios de despolitización, cuando ha bloqueado el órgano de gobierno de los jueces durante casi "cuatro años" y ha propuesto en instituciones judiciales magistrados claramente alineados con sus planteamientos.

Una magistrada digna

La pasada semana tanto Sánchez como Feijóo mostraron algunas de sus cartas. El jefe del Ejecutivo deslizó que el acuerdo estaba próximo al afirmar en el Senado durante el cara a cara que “parece que podemos llegar a un acuerdo en el CGPJ” y en aras del mismo, “es relevante que lo dejemos a un lado”. En paralelo, el líder popular insistió en que no toleraría perfiles politizados, lo que de facto cierra las puertas del órgano de gobierno de los jueces a Rosell al ser ex diputada de Unidas Podemos. Cabe recordar que el PP rompió la baraja en anteriores negociaciones precisamente al contemplar el nombre su nombre (también el del magistrado José Ricardo de Prada).

“No vamos a participar de ningún acuerdo” si se excluye el perfil de la exdiputada de Unidas Podemos, aseveran mismas fuentes de la formación morada, esgrimiendo el bipartidismo no puede decidir “quién está y quién no”. A su juicio, Rosell es la mejor candidata por su excelente trayectoria profesional y porque contribuiría a “mejorar la calidad democrática” del país. También señalan que la delegada del Gobierno contra la violencia de género ha sufrido una "conspiración" de forma "mafiosa" por parte del exjuez Salvador Alba para tratar de "arruinar su vida y su carrera política por ser precisamente de Podemos", pero que finalmente la magistrada ha luchado contra este 'lawfare' (guerra judicial) y consiguió que el exmagistrado fuera expulsado de la carrera judicial y condenado por prevaricación, cohecho y falsedad documental. "Vicky Rosell ha conseguido vencer a esas prácticas corruptas del PP y sus jueces amigos", remachan.