¿El motivo? Clausurar el 130 aniversario de la UGT en la Escuela Julián Besteiro, en Madrid. Allí se dieron cita este domingo Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno en funciones, y María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones. Las dos estuvieron en primera fila. En la segunda, Íñigo Errejón, flamante candidato de Más País y ex de Unidas Podemos. También se encontraba en el recinto Yolanda Díaz, que ha sido diputada de Unidas Podemos.
No hubo posado conjunto. Calvo sí que se despidió de Errejón dándole la mano cuando terminó el evento. Este último e Inés Sabanés, concejala de Más Madrid, que le acompañó charlaron con Díaz, de Unidas Podemos, con total cordialidad. Se percibía que habían sido compañeros.
Intervino en el escenario la vicepresidenta en funciones. Trasladó a UGT el agradecimiento “por haber aportado luz en los derechos de los trabajadores”. “Sois el sindicato más veterano de nuestro país y el segundo más veterano de Europa. Conviene hacer memoria. No sabes a dónde vas si no sabes de dónde vienes”, dijo. Sostuvo que no se entiende la democracia sin el impulso obrero que supusieron los sindicatos. Además, comentó que las élites son minoría y que la defensa de la democracia corresponde a la mayoría.
Pepe Álvarez, secretario general de UGT, repasó los hitos importantes del sindicato y marcó los ejes de futuro. “Quería venir con una camiseta que pusiera que la unión es nuestra fuerza”, reconoció. Fue una idea que se le ocurrió el día anterior y no le dio tiempo a ejecutarla, según contó. Se refería a la unión del sindicato y a la unión con otras organizaciones sindicales, especialmente con Comisiones Obreras (CC.OO.) Aprovechó ese punto pedir a los políticos presentes, del PSOE, de Más País y de Unidas Podemos, que sigan su ejemplo de unidad “para que el país pueda mejorar”.
Por otro lado, avisó de que UGT no va a permitir que, en una situación que no es de crisis, pero con la amenaza de que podría haberla, se impida recuperar derechos y libertades. Anunció que “es irrenunciable la derogación de las reformas laborales para iniciar el camino a un nuevo estatuto de los trabajadores”. Lamentó que la reforma laboral permite a las empresas segregación de la actividad, sacar a trabajadores con sueldos altos y poner a otros de empresas externas y que las rentas se sigan repartiendo de manera desigualdad. “Y queremos recuperar libertades”, repitió. Criticó que la conocida como ley mordaza no deja hacer las huelgas con libertad.
“Queremos hablar de futuro. No vamos a destruir la máquina, pero la máquina no va a destruir el derecho al trabajo. La tecnología tiene que estar al servicio de la humanidad”, manifestó Álvarez. “Me da vergüenza vivir en un país donde hay cientos de personas que viven entre cartones. Hay que redistribuir la riqueza y eso son impuestos. Tenemos que actuar con fuerza en ese sentido”, continuó. Se ha dado unos retoques al manifiesto fundacional para que ciertas cosas “aparezcan con letras mayúsculas con el nombre al que nos referimos hoy y no hace 130 años”. El manifiesto declara a UGT como un sindicato feminista. “Hoy, no se entiende que una organización sindical que crea en la persona no ponga todo lo que esté en sus manos para ir con la igualdad y acabar con el machismo patriarcal que continúa vigente en nuestro país”, expresó. A Calvo le comentó que pretenden poner en marcha una red por la igualdad en las empresas. Otro objetivo es “acabar con la homofobia que invade nuestro país”. Hizo hincapié en que el sindicato enarbolará la bandera del arco iris para que, allá donde haya una persona sufriendo, ellos estén ahí para ayudarle e impedir su sufrimiento. Por último, informó de que han incorporado el compromiso del sindicato con el medio ambiente.
