Tres meses de silencio, zozobra e incertidumbre; cruce de acusaciones y dardos envenenados; 90 días jugando al ratón y al gato; otros tantos sin presupuesto por la pinza entre Podemos y PP, que al contar con la mayoría absoluta de la cámara de Castilla-La Mancha imposibilitaban la aprobación de las cuentas, a pesar de estar pactadas y repactadas con anterioridad con la formación morada, lo que no impidió la traición podemita del mes de abril al votar en contra (junto al PP) y noquear la acción de Gobierno del socialista Emiliano García-Page. Situación desbloqueada en la noche del miércoles al aceptar el presidente socialista las condiciones de Podemos que pasan, asombrosamente, por conceder la vicepresidencia del Gobierno castellano-manchego al polémico líder de la izquierda “pablista”, José García Molina, en la actualidad vicepresidente primero de las Cortes regionales.

A la segunda va la vencida

Por segunda vez, Emiliano García-Page se cree las “buenas” intenciones de Podemos y sella el diálogo en una típica escena del sofá que se ha repetido en dos ocasiones en estos dos últimos años. De ahí que en fuentes socialistas ironicen si no “habra dos sin tres”. El caso es que García-Page y García Molina han ofrecido una rueda de prensa conjunta, la segunda en dos años, para sellar el segundo pacto de Gobierno y de legislatura que cuenta como novedad con el “ofrecimiento” del socialista a Podemos para que forme parte de su Gobierno, con dos sillones en el Consejo de Gobierno, incluida la vicepresidencia. Ofrecimiento que el líder de la izquierda morada someterá a la aprobación de los círculos podemitas, ya que los estatutos del partido le oblighan a consultar a la militancia la entrada en un Ejecutivo, en este caso presidido por el socialista García-Page.

Una mesa y un despacho para García Molina

De confirmarse la más que probable y sorprendente entrada de García Molina en el Gobierno de Page, que ha anunciado que no habrá crisis y que todos los consejeros, incluido el alma máter del Consejo, el vicepresidente José Luis Martínez Guijarro, continuarán en sus puestos, lo que significa que el Ejecutivo crecerá en carteras, en departamentos y en despachos. Y es aquí donde los responsables del protocolo del Palacio de Fuensalida, sede toledana del Gobierno castellano-manchego, tendrán que echar el resto y buscar un acomodo a José García Molina y sus nuevos asesores, lejos, eso sí, de las dependencias de la primera planta que ocupa el presidente García-Page. Todo apunta, en el caso de que Podemos entre finalmente en el Gobierno, al edificio de Doncellas como sede de la vicepresidencia y del consejero podemita, este último aún por nombrar y determinar su departamento y competencias.

Pacto presupuestario

Lo que está claro es que García-Page ha  considerado que, tras la “papeleta vivida en las últimas semanas”, la solución no podía pasar por “un acuerdo coyuntural”, lo cual le ha llevado a la decisión de “ofrecer a Podemos que se incorpore a las responsabilidades de Gobierno”. Según el presidente autonómico, dando entrada en el Ejecutivo a la formación morada pretende que “las cosas prioritarias” para Podemos sobre las que hayan tenido “dudas” en cuanto a la gestión “puedan salir adelante” con algún miembro del partido de García Molina en la toma de decisiones.En todo caso, ha querido dejar claro que no “habría habido acuerdo en este aspecto si antes no se hubiera alcanzado el pacto presupuestario”. Y, otro acuerdo más, el acuerdo de investidura “queda renovado, añade, “hemos acordado las políticas, ahora queremos su participación en un proyecto que tiene que ser conjunto”.

¿Tienen que ver algo Sánchez e Iglesias?

Sea como sea, la decisión de Emiliano García Page de ofrecer a Podemos formar parte de su Gobierno, que se convertiría en el primer ejecutivo autonómico de España con la formación morada formando parte activa del mismo, ha sorprendido a propios y extraños ya que hasta hace poco el diálogo estaba estancado y la convocatoria de elecciones anticipadas era la opción nada desdeñable. Es obvio que la nueva negociación se circunscribe al ámbito regional, pero no es menos cierto que desde la victoria de Pedro Sánchez y su vuelta a la secretaría general del PSOE las cosas han cambiado. Tanto como para que “Page se haya podemizado”, vuelven a ironizar las mimas fuentes.

Malestar por las filtraciones

Por otra parte, en círculos de la dirección socialista y de Podemos había a última hora de la tarde del jueves un patente malestar por las filtraciones interesadas a cierta prensa “próxima a Cospedal”, reconocieron a ELPLURAL.COM fuentes del PSOE, “que llegaron a poner en peligro las negociaciones”, concretan, al mismo tiempo que señalaban al entorno del secretario de organización regional del partido y presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Vaquero, como autores de “esta filtración que tanto daño ha hecho al partido, porque cuando Emiliano García-Page ha dado la rueda de prensa a las 20:30 horas (de ayer) era ya vox populi que había ofrecido al líder de Podemos la vicepresidencia del Gobierno castellano-manchego”. Las mismas fuentes muestran también su enfado por otra filtración, esta vez el míercoles, “al mismo periódico de la derecha manchega, que anunció la reunión de Emiliano con los secretarios generales de las provincias, pero se confundió de lleno porque el de Albacete, Manuel González, que apoyó a Pedro Sánchez, no acudió a la llamada de Page”, añaden sin ocultar su indignación..