Alberto Astorga, el teniente alcalde de Badajoz (PP), saltó a la notoriedad nacional hace dos días al conocerse un enfrentamiento que había sostenido con la policía nacional, ante la que intentó achantar ejerciendo mando con el anacrónico 'no sabe con quién ha dado'. Como les contamos, Astorga, para mayor ironía, responsable de la policía local, se enfrentó de malas maneras con los policías cuando le recriminaban estar dejando su moto en una zona reservada para discapacitados.

Durante todo aquel incidente, el teniente de alcalde de Badajoz, que ahora por cierto ejerce de alcalde en funciones, utilizó un tono humillante y prepotente que llevó a los policías a realizar un informe cuya existencia él negó, pero que después el diario HOY reprodujo, como les informamos en nuestro periódico.

Porque él lo vale
En realidad, según han dicho a ELPLURAL.COM políticos de la oposición en Badajoz, lo que recogen los policías nacionales en su informe no es sino el reflejo del tono habitual de Alberto Astorga. La prepotencia que refleja el parte policial es el que exhibe, nos han dicho, en cada pleno del Ayuntamiento.

El vídeo con el que acompañamos esta noticia sirve como 'autorretrato' demostrativo. Se grabó el pasado 5 de marzo en el salón del plenos de Badajoz. Discutían los concejales sobre la procedencia de gastar dinero público en la construcción de un monumento en memoria de las víctimas del terrorismo de ETA. Gasto al que ponían reparos tanto el PSOE como Izquierda Unida en este momento de crisis...

Astorga 'argumenta sus razones' saltando de descalificación en descalificación.  Dice a los miembros de la oposición que le interpelan que les gusta "disfrutar en su particular charca".., les desafía paternalistamente, y llega a preguntar si "les molesta (la proposición) porque están en miércoles de resaca". Incluso, mientras grita, pide a los demás, desafiante, que "guarden la compostura". Un 'discurso' extraordinariamente agresivo que concluye diciendo: "si ya sabemos el pelaje de cada uno...".



Todo en un tono que permite imaginar la situación que vivieron los policías que tuvieron el coraje de aguantar sus comentarios entre los que se le escaparon frases de pelaje tal como "aparco aquí porque me da la gana" o "no sabe con quién ha dado", mientras oliendo a alcohol intentaba arrancar su moto e irse, tras romper la multa que le habían puesto.