La Asamblea de Madrid debatirá este jueves, en el primer pleno de la Asamblea de Madrid, una  proposiciones no de Ley (PNL) presentada por la portavoz de sanidad de Más Madrid, Mónica García, al amparo de La Ley 40/2015, que recomienda sistematizar el marco legal y tipología de los convenios para fijar su contenido mínimo, clases, duración y extinción, para dar por concluido el convenio singular suscrito entre el Servicio Madrileño de Salud y la Fundación Jiménez Díaz, firmado inicialmente en 2006 y ampliado en 2011 con una duración de 30 años.

Según fuentes jurídicas consultadas por ElPlural.com, dicha Proposición No de Ley podría carecer de base legal ya que la mencionada Ley 40/2015 no ordena “rehacer” los convenios vigentes de las Administraciones públicas ni mucho menos permite “romperlos”. En este sentido, las mismas fuentes jurídicas destacan a este periódico que el Convenio de vinculación singular de la FJD tiene pleno amparo en el artículo 67 de la Ley estatal 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, como afirmó el Tribunal Superior de Justicia en su Sentencia firme de 13 de diciembre de 2013.

Lo que prevé la Ley 40/2015 es la adaptación de los convenios vigentes a lo previsto en su artículo 49, y el Convenio de vinculación singular y las Cláusulas adicionales que se acuerdan periódicamente para su aplicación cumplen perfectamente con lo previsto en dicho artículo, por lo que no es necesaria ninguna adaptación. En cuanto al plazo del Convenio, fijado en 30 años en su Novación de 2011, es también totalmente compatible con la Ley 40/2015. Es cierto que esta Ley prevé, como regla general, un plazo máximo en principio de cuatro años, salvo que otra norma permita un plazo mayor. Eso es precisamente lo que hace el artículo 67 de la Ley General de Sanidad, que dispone que será el propio Convenio el que establezca los derechos y obligaciones de las partes, en concreto en cuanto a su duración. Eso es lo que hizo la Novación de 2011, que tuvo para ello en cuenta las necesidades de la planificación de la sanidad pública madrileña y los compromisos de inversión de la Fundación Jiménez Díaz.

Críticas sin fundamento al convenio de la Fundación Jiménez Díaz

En términos de gestión y eficiencia, según los distintos informes de gestión de la red de hospitales del SERMAS, la contribución de la Fundación Jiménez Díaz a la sostenibilidad del sistema, con un gasto medio por habitante de 748,97 euros frente a los 929,78 euros de media de grupo de hospitales de alta complejidad, es innegable.  Comparativamente, su superioridad en términos de eficiencia se extiende también en calidad asistencial en comparación con el resto de hospitales de su grupo, según se desprende de sus memorias anuales y de la última edición publicada del Observatorio de Resultados de los Hospitales del Servicio Madrileño de Salud, situándose no sólo a la cabeza de los indicadores de satisfacción y recomendación, sino presentando, con diferencia, los menores tiempos de espera de consultas y quirúrgicas de su grupo. Según los últimos datos publicados del mes agosto, la lista de espera de la Jiménez Díaz para una intervención quirúrgica se situó en 8,89 días, frente a los 67,22 días de la Comunidad de Madrid. Unos datos que le colocan a la cabeza de la sanidad madrileña, no sólo frente a los hospitales de alta complejidad, grupo al que pertenece y en el que presenta 52 días menos de espera media que el siguiente, La Paz, sino en el global de centros hospitalarios de Madrid.

Pese a ello, las acusaciones ante una supuesta falta de eficiencia y opacidad del Convenio están siendo permanentes, a pesar de estos datos y del compromiso con la estabilidad presupuestaria evidenciado por la Fundación Jiménez Díaz, que en los últimos siete años ha recibido la misma financiación pública para la asistencia prestada a los pacientes de su zona de referencia, con techo de gasto máximo para la población asignada, tal y como ratificó el informe final aprobado por la Cámara de Cuentas de Madrid.

Desde el año 2012 hasta la actualidad, la financiación de la población de referencia  de la Fundación Jiménez Díaz ha tenido un coste aproximado de 290 millones, con techo de gasto máximo para la población asignada, que en los últimos años ha crecido en 25.000 habitantes (pasando de 426.000 a más de 450.000 debido), lo que supone un menor gasto por habitante asignado a la Fundación, con independencia de las tarifas. Frente al mantenimiento del gasto en el caso de la Fundación, los hospitales del grupo III han experimentado un incremento medio del gasto del 10,34%, tal y como reflejan las memorias anuales publicadas por dichos hospitales.