1.200 euros es el importe de la multa impuesta por el juzgado número 29 de Barcelona a un cibernauta por un delito leve de amenazas contra el expresidente catalán Carles Puigdemont. Pero más que el importe, lo verdaderamente relevante es que se trata de la primera sentencia impuesta por amenazas en redes al líder independentista y abre la puerta a otras condenas para las numerosas denuncias interpuestas por el abogado de Puigdemont, Jaume Alonso-Cuevillas, por el mismo motivo.

Pese a que la fiscalía solicitaba la absolución, lo cierto es que el juez ha entendido que el expresidente huido a Waterloo tiene motivos para “sentirse intimidado” por los mensajes del acusado “dado el riesgo objetivo que suponen las expresiones publicadas e imágenes difundidas” que se veía reforzado por el “hecho contrastado” del discurso político “radical” del denunciado, su esmero por “transmitir imágenes y expresiones animando a la violencia como forma de apoyo a una ilegítima confrontación, que no lícita oposición política” y por contar además con licencia de armas.

En sus mensajes en redes, el sentenciado ensalzaba a la Legión y al dictador Francisco Franco acompañado de un “agresivo menosprecio y rechazo violento” hacia el independentismo catalán y sus dirigentes con actitud belicista. En concreto, en un vídeo publicado en marzo de 2018 y que terminó viralizándose, aparecía montado a caballo y deseando que Puigdemont entrase en la cárcel para que le violaran.

“Estoy desando que la Guardia Civil lo meta en la jaula y lo transporten en una furgoneta durante 17 horas hasta el centro de Madrid. Y allí ojalá que los presos que hay le empiecen a dar por el culo y no paren, lo violen, y a ver si lo dejan embarazado, algún moro hijo de puta de esos que usted defiende. Buenos días españoles. Viva España y viva Franco” aseguraba el denunciado en uno de sus vídeos, a lo que añadía que “Esperemos que estéis los mismos años que estuvo nuestro Teniente Coronel, Señor Tejero, que en ningún momento abandonó a sus guardias civiles en el Parlamento. No como usted, señor Puigdemont, que es una rata, maricona, hija de puta, de cloaca, que se ha fugado, ha dejado a sus hombres aquí abandonados. Usted es un mierda” para terminar deseando a los líderes independentistas una “feliz estancia” en las cárceles españolas.

Además, el juez aclara que, aunque existen más destinatarios de los “exabruptos” del sentenciado, ello no le exonera de tener a Puigdemont como principal destinatario “incitando a la violencia contra él” con su discurso “vejatorio y de humillación” que sobrepasa “la genérica provocación y reto” al independentismo al publicar “mensajes de intención intimidatoria y voluntad de amedrentamiento”, creando un “riesgo objetivo” al mostrar armas.

En su acusación, el abogado de Puigdemont ha ahondado en su crítica a la Fiscalía por su solicitud de absolución “Imaginad que las injurias y amenazas no fuesen contra Puigdemont sino contra cualquier político defensor de la unidad de España. ¿Habría pedido la absolución la Fiscalía? ¿Habría sido igual de blanda la sentencia?”.

Esta sentencia podría crear un importante precedente para todas las causas abiertas contra uno de los principales blancos de los últimos años en las crudas criticas ‘tuiteras’.