Pablo Casado dio un ultimátum a Pedro Sánchez en las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y ya ha obtenido respuesta: otro órdago. El presidente del Gobierno se ha plantado y, según publica El Mundo, ha trasladado al Partido Popular que el nombre de uno de los dos vetados, José Ricardo de Prada, es inamovible y o lidian con él o no habrá acuerdo.

Sánchez instó el pasado viernes al líder popular a renunciar al veto impuesto a los vocales de Unidas Podemos para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) alegando que “no se entiende” un “nuevo bloqueo” después de que el acuerdo pareciera cerrado. Pero Casado frenó en seco y se lo jugó al todo o nada: o no hay vocales morados o no habrá acuerdo.

Las negociaciones parecían cerradas hace 10 días, cuando el secretario general del PP y número 2 de Casado, Teodoro García Egea, anunció  a bombo y platillo que el PSOE se había tragado y el sapo y cumplía con sus exigencias, incluyendo el dejar “al margen” a la formación liderada por Pablo Iglesias.

Socialistas y morados no tardaron en dar réplica y negaron que Unidas Podemos hubiera quedado excluido. Y es que, si bien es cierto que las negociaciones las han comandado Félix Bolaños, secretario general de Presidencia, y Egea, esto no implica que el PSOE no haya incluido en la terna de magistrados los dos nombres morados: José Ricardo de Prada, juez decisivo en la sentencia Gürtel; y la exdiputada Vicky Rosell.

De Prada es el principal escollo y el PSOE no está dispuesto a dar su brazo a torcer. El Partido Popular espera que sea el propio magistrado el que dé un paso atrás y los socialistas le busquen otro destino, pero según El Mundo, esta solución ha sido rechazada de plano: “O De Prada o nada”.

El vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, asumió que Rosell no sería una imposición dado su marcado tinte morado, pues fue diputada; pero la coalición de Gobierno no retirará bajo ningún concepto a De Prada.

La pelota regresa al tejado de Génova.