Una densa y sonora ovación ha precedido a la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. El Grupo Parlamentario Popular se ponía de pie para recibir al jefe de la formación conservadora, Alberto Núñez Feijóo, después de que rubricaran -por fin- el acuerdo con el PSOE para desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). De hecho, el pacto de Estado -el primero de muchos, espera Moncloa- ha amortiguado la tensión instalada en la Cámara Baja desde el arranque de la legislatura, aunque la confrontación entre ambos ha sido palpable, máxime en el turno de contrarréplica del jefe de la oposición. En cualquier caso, Pedro Sánchez ha dado la “bienvenida” al PP al “acuerdo” y al “cumplimiento de la Constitución”.

Este miércoles, la sesión de control la ha dirigido el vicepresidente primero del Congreso de los Diputados, el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, ante la ausencia de la “convaleciente” Francina Armengol. Un pleno atípico no sólo por la falta de la tercera máxima autoridad del Estado, sino también porque el acuerdo entre PP y PSOE pare desbloquear el Poder Judicial ha amortiguado la tensión que envuelve al debate público desde el arranque de la legislatura. El cara a cara entre el jefe de la oposición y el presidente del Gobierno ha sido más descafeinado de lo habitual, aunque el líder de los populares no desaprovechó la oportunidad para, con un tono más edulcorado de lo habitual, reavivar la llama en torno a la “presunta corrupción” del “entorno” del presidente y del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por las intromisiones que la derecha política y mediática le atribuyen en el caso del novio de Isabel Díaz Ayuso.

“¿Es usted de ultraderecha?”

Feijóo ha omitido la pregunta registrada al presidente del Gobierno, centrando el tiro en la renovación del órgano de gobierno de los jueces. El líder de la oposición se ha retrotraído al discurso de su investidura fallida, donde concretó sus compromisos para acometer el desbloqueo del Poder Judicial. Muchos de ellos, ha precisado, cristalizaron en el acuerdo rubricado en Bruselas por las delegaciones negociadoras de PP y PSOE, pero el presidente de los populares se acogió al mismo tiempo a las palabras que el propio Sánchez pronunció en la pasada sesión de control; en la que situó a su formación en la ultraderecha junto a Vox y a la agrupación Se Acabó la Fiesta, de Alvise Pérez. “Señor Sánchez, ¿se ha vuelto usted de ultraderecha?”, ha espetado.

El líder de la oposición ha precisado que lo que se firmó este miércoles es lo que “hubiese rubricado hace dos años”, por lo que ha lanzado al aire qué había cambiado con respecto a la última tentativa frustrada, allá por 2022. A su juicio, la principal diferencia es que la presión de la Unión Europea “le ha obligado a firmar”. Asimismo, ha recalcado que este pacto de Estado no es un salvavidas para la Moncloa, sino una linde a la “voracidad del Gobierno por controlar las instituciones del Estado”.

Feijóo se ha jactado de haber cumplido con su “deber” y su “objetivo: “El CGPJ no estará controlado ni por el PP ni por el PSOE”. A raíz del acuerdo, el presidente del Partido Popular ha propuesto otros tres pactos “muy sencillos”. El jefe de la oposición ha reclamado la dimisión del Fiscal General del Estado por sus “escándalos, sus presuntos delitos y ser el abogado de su familia”, en clara alusión al caso Koldo. En segundo lugar, ha urgido a que el Tribunal Constitucional “deje de manosear al Supremo” y de “exculpar a condenados socialistas por corrupción”; además de explicar ante los medios de comunicación “todo lo que está saliendo sobre su familia y su entorno”.

Bienvenido a la Constitución

El jefe del Ejecutivo, que ha abandonado el pleno tras responder a las preguntas del diputado del BNG Néstor Rego, ha celebrado que los dos grandes partidos tradicionales sean capaces de llegar a acuerdos de Estado. Por ello, ha dado la bienvenida al Partido Popular a la política del diálogo y al “cumplimiento de la Constitución”, tras cinco años de bloqueo al Poder Judicial. Sánchez entiende que es motivo para felicitarse, al tiempo que precisa que la mano del Ejecutivo siempre está tendida para todos aquellos que quieran dialogar. “Quedan tres años por delante de legislatura y muchos acuerdos por alcanzar”.

Respondiendo a la pregunta registrada -que no formulada por Feijóo-, el presidente ha precisado que su Ejecutivo gobierna para la “mayoría” de los españoles, reivindicando el carácter dialogante del mismo y su voluntad para llegar a acuerdos con todas las fuerzas del arco parlamentario “en aras del interés general”. “Ojalá, señoría, este sea el primero de muchos acuerdos”, ha sentenciado en su turno de réplica al jefe de la oposición. En cualquier caso, ha evitado trasladar el debate político al fango y ha centralizado su discurso en la relevancia de dar cumplimiento a la Constitución con la renovación del órgano de gobierno de los jueces. “Para usted la perra gorda, señor Feijóo”, ha rematado.

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