Este miércoles se celebrará la primera sesión de control al Gobierno de coalición formado por PSOE y Unidas Podemos. Se prevé que las tres derechas se lancen a la yugular de Pedro Sánchez y el resto de integrantes del Ejecutivo. De hecho, PP, Vox y Ciudadanos formularán preguntas sobre el encuentro entre José Luis Ábalos y Delcy Rodríguez, la número dos Nicolás Maduro. Pero si hay alguien que siempre acostumbra a poner la nota de color a las sesiones de control ese es Gabriel Rufián.

El diputado y portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se estrenará esta legislatura preguntando a Pedro Sánchez por las medidas que adoptará contra Vox y el auge de la extrema derecha: “¿Qué actuaciones tiene previstas el Gobierno español para frenar el auge del fascismo en el Estado?”.

Esta pregunta no es sino una declaración de intenciones. Si bien es cierto que Rufián ha modificado su comportamiento parlamentario, apostando por un perfil mucho más sosegado y menos histriónico, no parece que vaya a dejar su lado combativo.

Y es que, Rufián debe mantener el equilibrio entre dialogar con el Gobierno de Sánchez a fin y efecto de acercar posturas tanto de cara a una solución política para Cataluña como para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado.

Las negociaciones de ERC en el marco de los Presupuestos se desarrollarán en plena precampaña electoral y, previsiblemente, coincidiendo con las reuniones de la mesa de negociación.

En este sentido, cabe destacar que las estrategias de ERC y JxCAT con respecto a las relaciones con el Gobierno son bien distintas: mientras los republicanos catalanes apuestan por una vía consensuada y de diálogo; los de Quim Torra optan por la fractura más absoluta.