"Hasta aquí hemos llegado”. Con estas palabras el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, daba por roto su apoyo a la aplicación del 155 en Cataluña porque, a su juicio, el Gobierno no está aplicando la Constitución. Mariano Rajoy le llamó “aprovechategui” y considera que su postura es desleal. Esta fractura se produce en plena disputa por la derecha del tablero político, con los naranjas lanzados en las encuestas y un Partido Popular que se desangra. ¿Irá a más Rivera? ¿Retirará su apoyo a los Presupuestos?

El presidente de la formación naranja ha sido tajante. En una entrevista en El Programa de Ana Rosa ha afirmado que “no voy a poner en jaque unos presupuestos con las ayudas que hemos introducido. Son los presupuestos de Ciudadanos porque hemos metido más de 8.000 millones”.

La mecha la prendió Rivera con su pregunta durante la sesión de control al Gobierno. El líder de Ciudadanos advirtió a Rajoy de que retiraría su apoyo si no recurría ante el Tribunal Constitucional el voto delegado de Antoni Comín y Carles Puigdemont y si no vigilaba "de cerca" a los separatistas. Rajoy, por su parte, le llamó "aprovechategui", avisándole que ese comportamiento no solo no le hace ganar un voto sino que le puede hacer perder apoyos.

Pero a Rivera no le han echado para atrás las advertencias, como tampoco las explicaciones de Rajoy sobre los informes jurídicos que desaconsejaban el recurso. Y ha decidido finalmente dar un portazo al acuerdo. Cuando se han enterado de la decisión de Rivera los 'populares' se han lanzado a enviarle reproches, y mientras el coordinador del PP, Fernando Martínez-Maíllo, calificaba de "pataleta de niño" el comportamiento del líder de Ciudadanos, el portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, lo acusaba también de tener una actitud "infantiloide" y le pedía que no se confundiese de adversario.

Después, en los pasillos del Congreso, Maíllo y el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, han intentado templar los ánimos pero tras la conversación que han tenido el "número dos" del partido naranja ha advertido al Gobierno de que no apoyarán esa "aplicación blanda" del 155 en Cataluña, "amable con los nacionalistas" y "pactada" con el PNV.