Las organizaciones ultracatólicas Hazte Oír y CitizenGo se han financiado con la contribución de grandes fortunas españolas, entre las que destacan nombres como los de Esther Koplowitz (FCC), Isidoro Álvarez (El Corte Inglés) o Juan Miguel Villar-Mir (OHL), unas contribuciones que dieron impulso a partidos politicos como Vox, según desvela la plataforma de filtraciones WikiLeaks y adelanta el diario Püblico.

En la larga lista de donantes destaca David Álvarez Díez, propietario del Grupo Eulen, un grupo empresarial  con unos ingresos anuales que rondan los 700 millones de euros y con más de 84.000 empleados en una docena de países. Álvarez Díez, que falleció en 2015, contribuyó con 20.000 euros al Congreso Nacional de Familias, celebrado por Hazte Oír en 2012. En segundo lugar aparece (con 10.000 euros de donativo)  Esther Alcocer Koplowitz, marquesa de Peñalver, presidenta en ese momento de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), y dueña de hoteles Ritz en diversas ciudades del mundo, cuya fortuna estimaba Forbes en más mil millones de euros antes de la pandemia.

La misma cantidad donó para el Congreso Mundial de Familias el ya fallecido Isidoro Álvarez, quien fuera presidente de El Corte Inglés, tras suceder a su tío Ramón Areces. Por su parte, Juan Miguel Villar-Mir, exministro de Hacienda y dueño entonces de la constructora OHL y muchas otras grandes empresas, contribuyó a esa misma iniciativa con 5.000 euros.

Altos ejecutivos también donaron a Hazte Oír

En la lista junto a los nombres de los grandes donantes que contribuyeron a la expansión de Hazte Oír, desde el que creció Vox, aparecen otros contribuyentes importantes de ese año, aunque sean menos conocidos, entre ellos, Bernard Meunier (consejero delegado de Nestlé Península Ibérica en 2012, quien ascendió el pasado marzo a vicepresidente ejecutivo de Nestlé S.A., así como director de Negocios Estratégicos, Marketing y Ventas de la multinacional suiza); Ignacio Esquer De Oñate (secretario del Consejo de Administración de Fertiberia, con cargos en otra decena de empresas); o Javier Javaloyes (de Agencia Negociadora y el Grupo Reacciona); y altos ejecutivos como Luis Vilaclara Pont (apoderado o administrador de una decena de empresas inmobiliarias).

Aportaciones de magnates extranjeros

El impulso financiero de esos millonarios españoles se combinó con otras aportaciones de magnates extranjeros, como demuestra una carta enviada por el presidente de Hazte Oír, Ignacio Arsuaga Rato, el 4 de abril de 2013, al oligarca ruso Konstantín Maloféyev, fundador del fondo de capital riesgo y banca de inversión Marshall Capital y presidente del grupo de medios de comunicación Tsargrady. 

En su carta, Arsuaga le agradece haberle permitido presentarle personalmente el proyecto CitizenGo, del que espera que "se convierta, en tres años, en el sitio web más influyente de la movilización internacional de inspiración cristiana". También informa al magnate ruso de que "ya hemos encontrado a dos donantes que se han comprometido a ayudarnos a impulsar CitizenGo con 170.000 euros (218.000 dólares USA). Pero aún así nos quedamos cortos en 258.000 euros para financiar el proyecto completo".

El impulso de Vox

Las aportaciones de multimillonarios a las arcas de CitizenGo consigueron convertir esa plataforma ultracatólica en un motor internacional de impulso a los partidos y organizaciones de extrema derecha, como Vox, a partir de su participación en la cumbre de la derecha euroescéptica de 2017 en Coblenza (Alemania), donde Santiago Abascal, amigo dde Arzuaga, estableció contacto directo con la francesa Marine Le Pen, el holandés Geert Wilders y la alemana Frauke Petry, entre otros líderes de partidos ultras.

La relación entre Arsuaga y Abascal se debilitó tras los grandes éxitos electorales de Vox (2018 y 2019) y sus acuerdos con PP y Ciudadanos para formar un Ejecutivo derechista en la Junta de Andalucía y apoyar los gobiernos regionales de la derecha en Madrid y Murcia. En agosto de 2019 Hazte Oír anunció su ruptura con Vox como respuesta a la marcha atrás de Abascal en su exigencia de derogar las leyes LGTBI. Por su parte, Abascal buscaba independizarse de Hazte Oír, para alejarse del descrédito que suponían las crecientes pruebas de que Arsuaga formaba parte de la cúpula de la sociedad secreta integrista El Yunque.