Comenzó siendo el ‘G-5’, un grupo de ministros amigos, que se reunían periódicamente, y que formaban un frente contra la ‘todopoderosa” Soraya Sáenz de Santamaría. Encabezado por el titular de Exteriores José Manuel García Margallo entre ellos se encontraba también el entonces ministro de Industria, José Manuel Soria o la titular de Fomento, Ana Pastor.

El grupo acabó ampliándose a ocho, con la incorporación de Rafael Catalá, titular de Justicia, Isabel García Tejerina, de Agricultura, (que sustituyó a Arias Cañete tras la marcha de éste a Bruselas) y Pedro Morenés, ministro de Defensa.

El propio Catalá, que ha asumido incluso la terminología de ‘G-8’, decía en una entrevista radiofónica hace algo más de un año que se trata de “un grupo de ministros, que cenamos algunas noches” y que solo se juntan “para charlar” por mucho que dé para muchos “comentarios” y algunos traten de buscar sensibilidades distintas.

Pues bien, según revela el diario El Mundo, Mariano Rajoy asistió hace unos días, en casa de García Margallo, a una cena a la que acudieron ministros del ‘G-8’ entre ellos José Manuel Soria, que tuvo que dimitir el pasado mes de abril después de que su nombre apareciera en los denominados ‘Papeles de Panamá’. La cena fue un acto de ‘desagravio’ a Soria, ya que, según señala este diario, tanto el presidente del Gobierno como los ministros más cercanos al político canario consideran que la renuncia de éste a la cartera de Industria -justificada por su torpeza a la hora de dar explicaciones- fue un injusto castigo para el político canario.

Asistieron (además del anfitrión) Rafael Catalá, Ana Pastor, Jorge Fernández, Isabel García Tejerina, José Manuel Soria y el presidente del Senado, Pío García-Escudero, reciente incorporación al grupo.

La cena sirvió además de despedida para el ex ministro de Industria, que tiene intención de trasladarse una temporada a Estados Unidos, después de su abrupta salida del Gobierno del PP cuando éste ya estaba en funciones. El presidente había declinado hasta ahora la invitación de sus ministros para no dar lugar a comentarios sobre intrigas o confabulaciones.

Según El Mundo con el ciclo electoral y la condición del Gobierno en funciones, Rajoy ya no ha apreciado este riesgo. En la cena se habló de política, pero también mucho de fútbol, materia en la cual el presidente en funciones demostró ser un auténtico especialista.

El G-8 ha mantenido comidas y cenas periódicas durante los dos últimos años de legislatura. Sus encuentros han llegado a tener trascendencia política en el interior del PP, ya que son ministros que se resisten a la acumulación de poder de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. La número dos del Gobierno nunca ha visto con buenos ojos al G-8, al que acusa de conspirar contra ella. La vicepresidenta encabeza la otra facción del Gobierno de Rajoy, integrada por Cristóbal Montoro, Fátima Báñez y Alfonso Alonso