El correctivo que el independentismo se llevó en las urnas el 12M ha servido de acicate a Carles Puigdemont para reconstruir el relato. Junts insiste en que sus votos en el Parlament no servirán para ungir a Salvador Illa como president de la Generalitat y aspira a que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) haga lo propio. Para ello, el líder de los neoconvergentes cultiva con mimo el campo republicano, tentándolos con un regreso al frente común por una Catalunya Independiente que en su día construyeron. Es la idea que el expresident está sembrando en las cabezas de sus socios soberanistas, “rehacer la unidad” y recuperar la mayoría en una repetición electoral, según avanza El Mundo.
Este argumento se impuso ya en la composición de la Mesa del Parlament, cuando el líder de Junts atrajo a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, hacia un acuerdo que concedería al independentismo el control total del órgano de gobierno de la Cámara autonómica y, de paso, a los neoconvergentes con un puesto de privilegio en ésta. La Presidencia quedó en manos de Josep Rull, relegando al PSC a la vicepresidencia segunda y dos secretarías.
Con esta misma idea, Puigdemont sondeará a los republicanos para que apoyen su investidura en lugar de la del líder del PSC, desembocando de facto en una repetición electoral. Los neoconvergentes, a pesar de que en público alardeen de que les salen las cuentas, necesitarían de la abstención de los socialistas catalanes, algo que, bajo ningún concepto ocurrirá. Al menos no tal y como están las trincheras ahora. Desde Ferraz y Moncloa se manda el mismo mensaje: “O Illa o repetición electoral”. Rima en asonante con lo que verbalizan en Junts, que buscan la restitución del que fuera Molt Honorable hasta 2017. El ‘sí’ de ERC a la investidura del líder independentista activaría automáticamente el botón electoral.
La oferta que han puesto sobre la mesa de los republicanos es la de acudir a la repetición electoral del 13 de octubre en una lista conjunta, con puestos de partida reservados para miembros de Esquerra tras Puigdemont. Tampoco se descarta la confección de un programa consensuado entre republicanos y neoconvergentes con el fin de estimular y reconectar con el electorado soberanista aún partiendo desde candidaturas independientes.
La otra cara de la propuesta
La unidad que promueven desde Junts no sólo se enfoca a la vía electoral. La otra cara de la oferta contempla, según avanza el diario El Mundo, una suerte de “regreso unitario” de todos los líderes independentistas fugados al extranjero. Esto implica que Puigdemont se abriría a compartir su mediático regreso al país tras la aplicación de la Amnistía -rechazada el lunes por el Supremo- junto con Marta Rovira y el diputado de ERC Ruben Wagensberg, además del ex conseller del Govern Lluís Puig y el eurodiputado Toni Comín.
Según el citado medio de comunicación, aludiendo a fuentes próximas a la negociación, desvelan que todo este plan forma parte de la idea de “rehacer la unidad” independentista. Preparan, de hecho, el retorno desde hace tiempo, sujetándose en entidades como la ANC. Es preciso indicar que tanto ERC como Junts ya escenificaron cierto entendimiento tras la aprobación de la medida de gracia, a las puertas del Congreso. Concretamente a esa actitud apela el expresident para formalizar la vuelta conjunta a tierras catalanas.
En múltiples ocasiones, Puigdemont ha indicado que su regreso ha de escenificar la “restitución” de la presidencia de la Generalitat depuesta en virtud del artículo 155, además de edificarse sobre una base puramente “simbólica”, especialmente para anular el relato del retorno de un prófugo de la Justicia. En este sentido, sostienen ante los republicanos la posibilidad de que el frente del exilio cruce la frontera unidos, dando pie a una fotografía similar a la de los presos del procés que salieron de la cárcel tras el indulto del Gobierno de Pedro Sánchez.
No obstante, todo plan tiene sus fallas y esas vienen por parte de la facción de ERC. Rovira y Wagensberg no están dispuestos a dar un paso en falso hasta que se aclare la situación con la Ley de Amnistía. Si la medida de gracia diluye su imputación por la causa de Tsunami Democràtic o no. Su orden de detención decayó a principios de esta semana por decisión del Tribunal Supremo, aunque la secretaria general de Esquerra teme que la causa por terrorismo no sólo se enquiste, sino que siga adelante.
Por su parte, Puigdemont ha mostrado su predisposición a regresar después de que el Supremo declarase inamnistiable la malversación que se le atribuye y que, por tanto, deja activa la orden de detención que pesa sobre él. Los neoconvergentes puntualizaron el lunes, tras el fallo del Alto Tribunal, que el “compromiso” del expresident sigue intacto, pero ahora queda pendiente la parte más compleja, que pasa por convencer a Rovira para escenificar esa vuelta a la unidad que, a su vez, suponga un desafío del independentismo al Poder Judicial.