Las grabaciones del comisario retirado José Manuel Villarejo han sacudido el tablero político y ya se ha cobrado su primera víctima. María Dolores de Cospedal ha comunicado que deja su puesto en la dirección Ejecutiva del Partido Popular. Alega que “ante los múltiples ataques que he recibido estos días”, ha tomado esta decisión “para evitar que estos ataques se hagan extensivos a la formación política de la que he sido secretaria general, y a su actual presidente”, Pablo Casado, a quien se lo ha comunicado personalmente.

En estos términos se ha pronunciado la exministra de Defensa a través de un comunicado. Según la Sexta, su dimisión no será extensible a su escaño en el Congreso de los Diputados.

Tras trascender que se reunió en secreto, con nocturnidad y alevosía con Villarejo y su marido, Ignacio López del Hierro, en Génova 13; Moncloa.com ha desvelado que entre esos “trabajos puntuales” que Cospedal encargó al comisario, además de espiar a Javier Arenas, se encontraba un informe sobre el hermano de Alfredo Pérez Rubalcaba.

La exsecretaria general del PP insiste en que “yo no he mentido nunca acerca de mi conocimiento del excomisario Villarejo y de haber mantenido algunas reuniones con él”. “Siempre lo hice pensando y sigo pensando que era mi obligación como secretaria general para tener toda la información posible acerca de los hechos que pudieran perjudicar a mi formación. Y en ese sentido, actué”, argumenta.

Cospedal asegura que “las manipulaciones que se están haciendo de las cintas publicadas tratan de ofrecer una imagen distorsionada de la realidad” y “son extractos editados” con el único objetivo de “perjudicar y dañar mi imagen personal”.

Comunicado íntegro de Cospedal