Tras cerca de dos meses después y unas elecciones generales de por medio, finalmente, hay gobierno en Aragón. El popular Jorge Azcón ha terminado pactando con Vox de cara a celebrar su investidura como presidente.

Los ejemplos más acuciantes de esta estrategia del PP tras las elecciones del 28 de mayo se vieron en la Comunidad Valenciana, bajo el mandato de Carlos Mazón y, posteriormente, en Extremadura donde, pese al discurso reaccionario de María Guardiola en un primer momento por no pactar con la ultraderecha, finalmente cedió y cambió el mapa nacional. Ahora, el escenario ha vuelto a repetirse en Aragón.

En un principio, las negociaciones se enfriaron ante las reticencias de Azcón a pactar por la extrema derecha pero, finalmente, ha cedido debido a que sus 28 diputados necesitaban apoyos para la mayoría parlamentaria, hasta los 34 que está fijada en Aragón. Es así como el pacto resultante de este jueves otorga a la dirección de Alejandro Nolasco la vicepresidencia de la autonomía, además de la dirección de dos consejerías: de Agricultura y Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia.

PP y Vox ya llegaron a un acuerdo previo para la elección de la Mesa de las Cortes de Aragón con la diputada por Zaragoza de Vox, Marta Fernández, que fue elegida gracias a los 35 votos de su formación y del PP, frente a los 32 votos en blanco del resto de partidos.

Este escenario postelectoral es resultado de las previas negociaciones del PP, fallidas, con el Partido Aragonés (PAR) y Teruel Existe, con un diputado la primera y tres la segunda formación que, en conjunto, daba una suma insuficiente para conformar gobierno sin el apoyo de Vox. Y es que cabe recordar que el partido del ya ex diputado en el Congreso Tomás Guitarte fijó como línea roja conformar un ejecutivo junto a la extrema derecha, lo que dificultó aún más el consenso.

Vox aboga por la repetición electoral en Murcia ante el veto de López Miras

En otro orden de ideas, cabe tener en cuenta los escenarios que aún sitúan en el limbo político a la Región de Murcia y Navarra. En cuanto al primero de ellos, el PP de Fernando López Miras se alzó el 28M como la fuerza más votada con el 43% de los votos y 21 escaños en el Parlamento regional, unas cifras que consiguieron igualar en votos con los resultados del 23J. Mientras, Vox obtuvo el 18% de los votos en la cita en las urnas de las autonómicas, mientras que en las generales lograron el 22% de las papeletas a su favor. Un escenario que daba pie a un gobierno de coalición para conformar gobierno, dado que la mayoría parlamentaria está fijada en esta región en 23 diputados.

Los contactos se han ido extendiendo desde el periodo postelectoral hasta la fecha, pero ninguna de las dos partes ha terminado cediendo por completo a las demandas del otro. El pasado 25 de julio, se llegó a sostener que los populares podrían haber ofrecido puestos para la ultraderecha en la Mesa de la Asamblea con el fin oficializar la investidura de López Miras tras tanta demora. No obstante, esta llamada a mantener una reunión no llegó a término, ya que la formación, liderada en Murcia por José Ángel Antelo, terminó por declinarla debido a que el PP no remitió la oferta ante el presidente provincial de la formación.

Así las cosas, no se han producido avances a grandes rasgos. No obstante, Vox prolonga su advertencia de que la Región de Murcia se tendrá que ver abocada a la repetición electoral si López Miras continúa manteniendo su “veto” ante el acuerdo de coalición, dejando la última palabra así en el barón popular.

En una entrevista este jueves en COPE, Antelo ha insistido en que su intención última es consolidar un gobierno de coalición junto al PP, haciendo hincapié en que Vox está “con la mano tendida” para ello tras la noche electoral del 28M. No obstante, ha afeado que el PP no le llamase hasta tres semanas después y, “cuando lo hicieron, fue para vetar a la tercera fuerza política”.

La línea roja está dibujada. En Murcia, si Vox no está “bajo ningún concepto en el Gobierno regional, evidentemente, no va a apoyar bajo ningún concepto a López Miras” en su investidura. “Ahora mismo la pregunta es si va a haber o no repetición electoral: depende de López Miras, que tiene que levantar el veto a Vox”, ha insistido el líder regional de Vox este jueves. El plazo límite para conformar gobierno está señalado en el calendario el próximo 7 de septiembre y, en caso de no conseguirlo hasta entonces, tan solo 24 horas después se disolverá la Asamblea y los murcianos volverán a estar llamados a las urnas. Mientras tanto, el Ejecutivo de López Miras permanecerá en funciones.

Pese a no trazar aún un horizonte claro para sellar un gobierno estable en la Región de Murcia, lo cierto es que las dos fuerzas de derecha sí que han encontrado un consenso rápido para tumbar la ampliación de la moratoria urbanística en el Mar Menor, donde está expresamente prohibida la construcción de nuevos edificios, la cual finaliza justo este jueves.

El Gobierno de Navarra, en el aire

Otro de los ejecutivos autonómicos que aún está por determinar es el de Navarra, con la socialista María Chivite a la cabeza. El 28M, el PSOE se alzó como la segunda fuerza más votada, por detrás de Unión del Pueblo Navarro (UPN). Sin embargo, las negociaciones van en favor de los socialistas.

Este jueves el PSN se ha reunido con Geroa Bai para seguir limando el pacto, también contando con la participación de Contigo-Zurekin (coalición que recoge a fuerzas de izquierda como Podemos, IUN-NEB, Batzarre, Independientes, Alianza Verde y Verdes Equo). Estos últimos ya sellaron un preacuerdo con los socialistas que contenía términos en materia programático como de estructura, aunque se debe someter a la valoración de todas las formaciones que lo integran para dar el visto bueno. No obstante, el peso pesado del acuerdo radicaría entre PSN y Geroa Bai, que continúan determinando el reparto de cargos.

Uno de los detalles que ha avivado en las últimas horas las negociaciones en Navarra fue la postura adoptada este miércoles por EH Bildu. La formación vasca se abrió a apoyar la investidura de Chivite a través de una consulta previa a su militancia. Así lo anunció su portavoz en la comunidad foral, Laura Aznal, quien adelantó la postura de su partido en este sentido para que “no gobierne la derecha y condicione las políticas públicas”, sirviendo así de apoyo para “desbloquear” la situación postelectoral de la región.