Solo han pasado a penas un par de meses desde la celebración de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo y cada vez salen más a la luz las nuevas consecuencias de los nuevos ayuntamientos que han derivado de esas urnas. La llegada a las administraciones del Partido Popular y Vox, en algunos casos unidos y otros con su apoyo, ya ha empezado a generar los primeros estragos no solo en materia de igualdad o cultural, sino también en solidaridad. Y es que el nuevo gobierno de los populares estaría poniendo en riesgo la construcción de tres centros de acogida para refugiados que el gobierno tenía ya cerrado en tres localidades, concretamente en Logroño, Valladolid y Camargo (Cantabria). Migraciones teme que los nuevos ayuntamientos tumben los proyectos, como ya alguno ha anunciado.

Tres centros de refugiados, en peligro

Si en las últimas semana ha explotado en los medios las polémicas decisiones de sendos ejecutivos del PP -que gobierna en muchos junto a la ultraderecha- de eliminar las consejerías de igualdad o los minutos de silencio en memoria de las mujeres víctimas de la violencia machista, ahora hay otro frente abierto: la atención a los refugiados. Según publica este viernes El País, el Gobierno central ve en riesgo la construcción de tres centros de acogida que tenía planteado instalar en Logroño, Valladolid y el municipio cántabro de Camargo, donde ya estaba pactado la compraventa de parcelas y cesión de edificios.

Ahora esto está en el aire con los nuevos ayuntamientos, a los que ha escalado el Partido Popular algunos en solitario y otros en coalición con Vox. Así, y alarmados por la posibilidad de que estas nuevas administraciones tumben el proyecto, desde la secretaría de Estado de Migraciones que dirige Isabel Castro se pusieron en contacto con los alcaldes de Logroño y Valladolid y el consejero de Economía de Cantabria para que le informasen en un plazo de 15 días de los nuevos plazos que manejaban para continuar con el plan, firmado con anterioridad. Pero tres semanas después no se ha avanzado.

"En el marco del cumplimiento de este hito en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, le solicito una respuesta a la mayor brevedad posible, informando de los plazos previstos para la continuidad de este centro”, pedía Castro. Pero mientras los ayuntamientos de Valladolid y de Logroño han pedido más información al Gobierno, Cantabria no se ha pronunciado. Sin embargo, sí lo han hecho en Camargo, localidad en la que está cerrada la instalación de uno de los centros. Allí, la Administración del PP -con el apoyo de Vox- ha dejado claro durante el pleno de este miércoles que no quieren el centro de refugiados en el municipio. 

La construcción de estos centros, recuerda el citado diario, forman parte del plan del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que dirige José Luis Escrivá para ampliar con 5.700 nuevas camas la red de acogida para solicitantes de asilo, teniendo en cuenta que España es el segundo país comunitario con más peticiones de asilo. Un proyecto que ha sido comprometido con la Unión Europea en el marco de la inyección de los fondos europeos de recuperación por la pandemia. La inversión alcanza los 231 millones de euros. 

Valladolid y Camargo, en contra. Logroño en el limbo

Pese a ser un proyecto comprometido con Europa, los municipios ahora en manos del PP no están por la labor de facilitar el trabajo al Ejecutivo de Pedro Sánchez. En Valladolid -donde hay coalición con Vox- la oposición a este plan es contundente. De hecho los ultras ya mostraron su resistencia a la construcción. "Desde Vox nos oponemos frontalmente a la construcción de este centro y de cualquier otro de esta índole. La solución no es degradar nuestros barrios y traer la inseguridad a sus calles", publicó el pasado mes de mayo la cuenta oficial de Twitter del partido en la localidad.

Junto a los de extrema derecha, también al menos una asociación de vecinos estaría en contra de esta iniciativa, tal y como han mostrado con la recogida de más de un millar de firmas. Con todo, el concejal de urbanismo de la administración ha respondido a la misiva enviada por Migraciones solicitando más información sobre el proyecto. "Nos resultaría útil contar con alguna información técnica sobre el futuro edificio", respondieron, sin dar más detalles sobre su postura ni si están avanzando en los planes.

Lo mismo sucede en Cantabria, aseguran en El País. Desde el gobierno no habrían respondido a la carta mientras el ayuntamiento de Camargo ya han mostrado su falta de voluntad. La administración, en manos del PP, votó este pasado miércoles en el pleno con 12 votos a favor -de PP, Vox y PRC- y cinco en contra -del PSOE- que las instalaciones cedidas se conviertan en un centro para mayores en vez de uno para refugiados, como pretende el gobierno. Desde el Ministerio rechazan poder aglutinar en la misma parcela los dos proyectos.

Por su parte, el alcalde de Logroño es el más tibio. El citado diario asegura que este ya ha mantenido "contactos telefónicos" con el equipo de Escrivá y está a la espera de una nueva conversación con la secretaria de Estado de Migraciones. Esta aparente voluntad podría dejar abierta la puerta a que el plan continúe su plan, aunque no hay visos de que esto sea así. Con todo, en el ministerio tienen cierto optimismo al respecto. Y es que con la oposición de ayuntamientos y comunidades autónomas Escrivá no puede sacar adelante el plan.