El quilombo provocado por la propuesta Pablo Iglesias de reformar el Código Ético de Podemos es de proporciones bíblicas. El secretario general morado aspira a reeditar mandato en la III Asamblea Ciudadana y, como novedad, ha abogado por eliminar la limitación salarial para sus cargos públicos, lo que ha desembocado en una cascada de titulares y críticas.
Conviene aclarar que Iglesias no apuesta por suprimir la norma de limitar el salario a tres SMI y donar el resto al partido, sino por cambiar la fórmula. En otras palabras, no suprime la limitación del sueldo para cobrar más.
La candidatura de Iglesias, Un Podemos Contigo, propone sustituir la norma imperante desde la fundación del partido en 2014 por un sistema proporcional. “Todos los cargos electos y todos los cargos internos de Podemos aceptarán la limitación salarial que se establezca con carácter general para cada nivel de representación, asumiendo la obligación de rendir cuentas públicamente y con la consiguiente aceptación del compromiso de total transparencia”, reza la iniciativa que pretende aprobar en Vistalegre III que se culminará el 21 de marzo.
Un Podemos Contigo argumenta que “debido al incremento del SMI desde la llegada de Podemos a las instituciones, y ante la perspectiva de que este continúe aumentando, el SMI deja de ser un marco de referencia válido para la limitación salarial”.
En consecuencia, “a partir de ahora, las donaciones serán realizadas mediante porcentajes del salario percibido en función de las responsabilidades asumidas”.
Cuestión de donaciones
A través de la cuenta oficial de Twitter de la candidatura de Iglesias, justifican el cambio de fórmula alegando que, de conservar la limitación en base a tres salarios mínimos, habría cargos que no donarían al partido.
“Con la subida del SMI desde 2018 hasta hoy, y la que está prevista en esta legislatura a 1.200€, calcular la limitación en base al SMI nos aleja del espíritu inicial de esta propuesta de 2014. A día de hoy, en base a ese cálculo de los 3 SMI, muchos cargos públicos (diputados nacionales, autonómicos, municipales) no donarían nada de su sueldo”, explican.
Según aclaran, “todos los cargos seguirán donando mensualmente un porcentaje de su salario” que se establecerá entre el 5% y el 30%, en función del número de hijos e hijas, familiares a cargo, responsabilidades…
La clave, por tanto, estará en analizar cómo contabilizan las “responsabilidades”, puesto que es una variable abstracta y no cuantificada.
¿Qué hacen el resto?
Con esta propuesta, Iglesias sitúa a Podemos en el mismo plano que el resto de los partidos. A excepción de Vox, todas las formaciones ámbito nacional imponen a sus cargos públicos una donación obligatoria basada en porcentajes en función del salario percibido.
En el caso del PSOE, el Reglamento de desarrollo de los Estatutos establece en su artículo 510.2 que las aportaciones de los cargos públicos serán fijadas “por los comités y asambleas del ámbito correspondiente a propuesta del órgano ejecutivo. Los órganos territoriales deberán comunicar a la Comisión Ejecutiva Federal la cuantía de la aportación aprobada”.
El artículo 65 relativo a Recursos Económicos de los estatutos aprobados en el 18 Congreso Nacional del PP, donde Mariano Rajoy fue reelegido presidente, reza que además de las aportaciones y las cuotas de los afiliados, el partido se financiaría también a través de “las aportaciones de sus cargos electos”. Corresponde al Comité Ejecutivo Nacional establecer la cuantía mínima, pero no especifican dicha cifra.
El mismo sistema sigue Ciudadanos, que en sus estatutos precisan que las contribuciones de los cargos públicos serán fijadas por el Comité Ejecutivo pero “no podrá ser inferior al 6% ni superar el 10% de los ingresos brutos mensuales”.
Por su parte, Vox no especifica en sus estatutos la obligatoriedad de contribuir con parte de su salario a los cargos electos. ElPlural.com se ha puesto en contacto con el partido de ultraderecha a fin y efecto de confirmarlo, pero dado el veto levantado contra este periódico no se ha obtenido respuesta alguna.
