Podemos inicia este viernes su rearme ideológico con la vista puesta en las elecciones municipales y autonómicas. Los morados pretenden exhibir músculo para coger impulso y demostrar a Yolanda Díaz que aún constituyen la columna vertebral del espacio confederal. Sin embargo, el arranque es más que mejorable. La Uni de Otoño de Podemos comienza marcada por la división. La unidad no es que sea una marca registrada de la izquierda, pero sí hubo un tiempo en el que las fotos de familia eran habituales. El núcleo duro de Podemos, Izquierda Unida, los comunes… Ya no. Ni la ministra de Trabajo, ni Alberto Garzón, coordinador federal de IU y ministro de Consumo, estarán en el foro pese a haber sido invitados.

Todas las partes implicadas restan importancia al plantón, pues enmarcan el evento en la vida orgánica de un partido al que ni Díaz, ni Garzón pertenecen. Cierto es que la ministra de Trabajo tampoco estuvo en la Fiesta de la Primavera de Podemos; pero sí que acudió como ponente en una de las mesas del curso de verano celebrados este año en El Escorial. Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y EH Bildu sí tendrán representación en una de las ponencias, que versará sobre la contribución de la mayoría progresista y plurinacional para marcar la dirección de Estado.

Las ausencias han sido la tónica habitual de los cónclaves de las distintas formaciones que integran el espacio. Hace apenas un mes, el Partido Comunista de España (PCE) celebró su tradicional fiesta y ni Díaz, ni ningún dirigente de primer orden de Podemos estuvo presente. El año anterior sí que estuvieron Díaz, Ione Belarra, Alberto Garzón, Irene Montero y el exvicepresidente segundo, Pablo Iglesias.

Díaz, Garzón y Podemos restan importancia a sus ausencias por tratarse de un acto orgánico

Habría que retrotraerse hasta junio, al acto en Dos Hermanas en la campaña de las elecciones autonómicas en Andalucía, para ver a toda la plana mayor compartiendo escenario. Díaz, Garzón y Belarra escoltaron a Inma Nieto, candidata de Por Andalucía.

La secretaria general del partido y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Belarra, tampoco acudirá a la Uni de Otoño por su baja por maternidad. Montero, Iglesias, Monedero y toda la cúpula comandarán la conjura. Y no estarán solos. Los tres estarán respaldados por dirigentes de partidos de izquierda de ámbito internacional, como el coportavoz de Potere al Popolo (Italia) Giuliano Granato, el presidente del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) de Brasil, Juliano Medeiros, el dirigente de Die Linke alemán Janis Ehling, la diputada del Bloco de Esquerda portugués Mariana Mortágua o Fernando Pereira del Frente Amplio de Uruguay.

Preparados, ¿listos?

El evento servirá para ungir a los candidatos autonómicos y municipales que han ganado sus respectivas primarias, así como reivindicar el pedigrí de las políticas “valientes” y las “profundas transformaciones” del Gobierno. Será el pistoletazo de salida para la carrera territorial, una ruta que emprenderán los candidatos y sus guardias pretorianas bajo el lema la Fuerza que transforma, gira en la que estarán solos. Yolanda Díaz no lanzará su plataforma, Sumar, hasta las elecciones generales y, si bien se espera que participe en algunos actos, no contribuirá como si de su propio proyecto se tratara. Sin la ministra de Trabajo como madrina, Podemos e IU habrán de cerrar acuerdos por todo el territorio. Hasta la fecha, únicamente han hecho lo propio en Cataluña bajo el liderazgo de los Comunes, en Navarra y en La Rioja. En el resto de regiones aún no hay concretadas confluencias, aunque Extremadura también parece cerrada. Más complicado será en la capital dada la corpulencia de Más Madrid y el pasado de su líder nacional, Íñigo Errejón. El escenario es incierto y se irá despejando a medida que avancen las semanas y la cita con las urnas se atisbe en el horizonte.