En la recta final de la campaña electoral ante este domingo 23 de julio, cuando tan solo quedan tres días, cabe recordar las posturas que han adoptado los principales candidatos a la presidencia del Gobierno en relación con los medios de comunicación y, en este sentido, es necesario poner de relieve lo que sucedió en Galicia, cuando Alberto Núñez Feijóo era presidente de la Xunta, con la televisión pública gallega.

Hace exactamente cinco años, en 2018, los periodistas Tati Moyano y Alfonso Hermida presentaban sus respectivas dimisiones del Telexornal de la TVG por “razones profesionales” y “discrepancias con la línea editorial. En un mensaje de Twitter que publicó en aquel momento el comunicador, señaló que su decisión la tomaron por “un periodismo plural e independiente”. Todo ello bajo el mandato autonómico del PP de Núñez Feijóo.

Sus respectivas posturas finales salieron a la luz al coincidir con una movilización del Viernes Negro, que comenzaron como iniciativa desde RTVE. No obstante, sus reivindicaciones comenzaron semanas atrás a sus renuncias, cuando consideraron que el ente público estaba tomando una dirección partidista a la hora de informar, un giro que se evidenció en los cambios de programación anunciados por la jefatura de CRTVG.

TVG expedientó a Moyano por un acto benéfico

Cabe recordar que en agosto de 2018, la Radio Televisión de Galicia expedientó a la periodista por una falta muy grave y la colocó en el punto de mira después de que se maquillara con los medios de la cadena para presentar un acto benéfico contra el cáncer en la ciudad de Santiago de Compostela el 22 de junio del mismo año.

Moyano presentó la gala sin cobrar y de forma altruista, incluso realizó una aportación en defensa de los medios públicos y, en aras de explicar por qué vistió de negro, fue para defender los servicios de la televisión hacia la ciudadanía, desechando los intereses políticos. Una postura que pareció no sentar nada bien al Ejecutivo de Núñez Feijóo en aquel momento, ya que hizo notar su “incomodidad” durante el acto. En aquel momento, incluso se trató de averiguar si la presentadora podría haber incumplido su contrato por presentar un programa externo a la cadena, pese haberlo hecho sin recibir nada a cambio.

Pese a que se demostró que la periodista sí que utilizó los medios de maquillaje de TVG previamente a asistir a la gala benéfica, el comité de empresa, es decir, la representante de los trabajadores, acusó de “represalia irracional” la “persecución” a la que se sometió a los profesionales de la comunicación. “La desmedida reacción de la Corporación obedece exclusivamente a una represalia irracional contra una trabajadora que ha protestado contra el férreo control informativo de la TVG en presencia del presidente de la Xunta”, señalaron desde la representación de trabajadores de la cadena. Llegaron a alertar, a la par, del “grave deterioro de las relaciones laborales en la Corporación por parte del actual equipo directivo”, el cual continúa presidiendo que preside Alfonso Sánchez Izquierdo, periodista próximo al Partido Popular de Feijóo y que ascendió en 2009, mismo año en el que Núñez Feijóo asumió la presidencia de la Xunta.

El caso de Mayte Cabezas

Lo cierto es que la dimisión de Tati Moyano y Alfondo Hermida no es el único ejemplo controvertido de la televisión gallega con trasfondo político. Mayte Cabezas, una de las periodistas más conocidas de Galicia, criticó abiertamente a Núñez Feijóo el pasado mes de marzo a través de redes sociales reprochándole que, en su etapa como presidente autonómico, no cumpliese su promesa de crear una ley regional de apoyo a las víctimas del terrorismo, puesto que su padre, un guardia civil, fue asesinado por Grapo en marzo de 1989.

Cabezas es una de las periodistas más consolidadas de la televisión pública gallega pero, tras esta publicación, tan solo dos días después, le notificaron su inmediato traslado a la radio, después de tres décadas al frente de las cámaras de televisión.

Es así como la periodista se sumó a una larga lista de profesionales de la información apartados, traslados y expedientados por TVG al oponerse a la línea marcada por el gobierno del PP. Y es que, en este sentido, cabe tener en cuenta que el ente público, desde que Sánchez Izquierdo está al frente, acumula más de 400 sentencias en su contra por manipulación informativa e incluso vulneración de derechos laborales.