El pasado mes de marzo veíamos cómo el estado de alarma hacía resurgir en España las denominadas 'colas del hambre'. La crisis sanitaria continúa provocando una cruenta crisis económica, que muestra sus consecuencias más duras en lal clases populares.

Pese a que durante los meses de marzo y abril el Congreso de los Diputados limitó su aforo al 10% de sus señorías, los parlamentarios continuaron cobrando su sueldo completo. Unos 3.000 euros mensuales a los que hay que sumar el plus de las dietas, en torno a 1.900 euros extra para los diputados que no vivan en la capital, algo menos para los residentes.

Pero, además, durante esas semanas la Cámara Alta y la Baja gastaron otros 33.659 euros de dinero público para financiar el 'catering' de sus trabajadores. El Senado contrató el servicio con la empresa Mesa Real Gestión y Servicios de Comidas por un valor total de 17.669 euros, mientras el Congreso lo hizo con la empresa Sándwiches Olmedo por otros 15.990 euros. Ambas cámaras justifican ese gasto aludiendo a que, durante ese tiempo, los establecimientos se encontraban cerrados al público, por lo que ese 'catering' era la opción más sencilla. Sin embargo, fueron muchos los establecimientos que se encargaron de reforzar sus servicios de envío a domicilio

Sólo hubo una excepción a estos gastos. Se trata del diputado del PSOE por Guipúzcoa y exalcalde de San Sebastián, Odón Elorza, que rechazó el cobro de sus dietas "por no utilizarla al estar confinado".

Odón Elorza rechaza sus dietas

Por su parte, los grupos de Bildu, JxCAT, la CUP y Compromís solicitaron que, durante ese mes, se donase su indemnización a la Sanidad pública, mientras que Podemos pidió una reducción del 50% del sueldo de los representantes, pero todas esas propuestas fueron rechazadas por la Mesa del Congreso, alegando que está obligada a garantizar los recursos de los parlamentarios para mantener la igualdad de condiciones.