Tras la publicación del libro bautizado como 1936: Fraude y violencia, la Fundación Francisco Franco ha publicado un ‘manifiesto’ que exige una serie de medidas al gobierno de Mariano Rajoy y a otros partidos y sindicatos. El motivo es que, según ellos, el libro demuestra que en las elecciones del 36, el Frente Popular – conformado por el PSOE, PCE, ERC y PNV – dio “un golpe de estado” al alterar los resultados de los comicios.
El mismo día en el que el Gobierno admite – como adelantó ELPLURAL.COM – que la Fundación poseía documentos de alto secreto, la FNFF emite este comunicado con sus demandas ante tal ‘atropello’, según consideran.
En primer lugar, la Fundación reclama a las Cortes que hagan “una declaración institucional condenando el golpe de estado de 1936, así como de los partidos y sindicatos” que participaron en la coalición.
Siguiendo en la línea de los partidos, la Fundación le pide a los partidos que conformaron el Frente Popular que “pidan públicamente perdón a todos los españoles” y que den la cara para reconocer su colaboración en el “pucherazo”.
Si bien estas dos primeras demandas son más ligeras, las siguientes navegan en un terreno más pantanoso. La institución reclama la inmediata derogación de la “mal llamada” Ley de Memoria Histórica. Según este ente, el edicto está basado “en una falsificación de los hechos ocurridos en aquellas fechas”. Una farsa que “ha quedado demostrada” por los autores del libro.
Por último, la FNFF pide la “restitución de los honores retirados a personas y de los nombres de calles y espacios públicos que han sido sustituidos y condenados al oprobio y escarnio público” tras la entrada de la Ley de Memoria Histórica, según reza el comunicado.
Exigen al gobierno que cumpla con los cuatro puntos expuestos en el manifiesto dado que si el “Sr. Rajoy se negara, se hará colaborador necesario de la injusticia y de la falsificación de la verdad histórica”. Esto lo califican como “una actitud incompatible con un Estado de Derecho.
Para concluir, la Fundación “hace un llamamiento al pueblo español” para que apoyen sus demandas, pues “ha quedado demostrado con documentación original que los verdaderos golpistas del 36 fueron los que hoy se autoproclaman partidos demócratas”.
