El 1 de junio de 2018 Pedro Sánchez se erigió como nuevo presidente del Gobierno tras conseguir sacar adelante una moción de censura contra Mariano Rajoy al conseguir votos a favor de su grupo parlamentario además de Unidos Podemos, ERC, PNV, PDeCAT, Compromís, Bildu y Nueva Canarias. 

Seis días después, los nuevos ministros tomaron posesión de sus carteras en un acto institucional en el que, a pesar del ambiente cordial, destacó la ausencia del exministro del PP Rafael Catalá. De aquella plantilla excluivamente socialista que conformó el primer Consejo de Ministros de la era Sánchez, tres años después, solo sobreviven Nadia Calviño, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska, Teresa Ribero, Luis Planas, Reyes Maroto y María Jesús Montero. De hecho, la titular de economía se erige como vicepresidenta primera del Gobierno tras la salida de Carmen Calvo y Ribera se queda con la tercera vicepresidencia.

Cabe destacar que este sábado 10 de julio se ha convertido en una fecha clave para entender la figura de Pedro Sánchez. De hecho, los cambios llevados a cabo hoy por el jefe del Ejecutivo son tan importantes que alcanzan a más del 40 por ciento de los ministros socialistas del Gobierno, ya que la cuota de Unidas Podemos se mantendrá como hasta ahora.

Con este movimiento, el líder socialista trata de buscar un golpe de efecto y una renovación que consiga afianzar su papel como presidente del Gobierno y lidiar con el fin de la crisis del coronavirus en busca de una necesaria recuperación tanto económica como social. Sefún el propio Sánchez, "cuando restan 30 meses de legislatura, el Gobierno salido de las elecciones generales de hace poco más de año y medio inicia una nueva etapa".

Asimismo, Sánchez ha añadido que con los nuevos cambios el Gobierno "recibe un gran impulso para acometer una recuperación que tiene que ser justa, que tiene que llegar a todos los rincones del país y a toda la sociedad, aportando juventud y cercanía".