El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha desmontado la versión del presidente español al explicar que fue él quién convenció a Rajoy de que aceptara el rescate. Y ahora La canciller alemana, Angela Merkel, deja poco espacio a la duda sobre otra de las afirmaciones del Ejecutivo español, que el rescate no conlleva condiciones adicionales al país a las ya marcadas desde Europa.

Decisión "correcta" de Rajoy
Merkel afirmó hoy que la ayuda a la banca española conllevará "por supuesto una condicionalidad", aunque será "diferente" a la de los rescates que afectan al conjunto de un país. "Las condiciones solo afectarán a la restructuración bancaria, no al programa macroeconómico", ha especificado Merkel en la Jornada del Consejo Económico de la Unión Cristianodemócrata (CDU). La jefa del Gobierno alemán valoró las reformas introducidas en los últimos meses por el presidente español, Mariano Rajoy, y calificó de "correcta" la decisión de Madrid de acudir a la ayuda financiera europea para sanear su sistema bancario.

"Asumir sus responsabilidades"
Merkel explicó ante sus correligionarios que las consecuencias de una "burbuja inmobiliaria de diez años" no las puede afrontar una nación en solitario y argumentó que precisamente para solventar estos problemas están los mecanismos de ayuda financiera de la Unión Europea. La canciller aseguró que España, al igual que, Grecia, Irlanda y Portugal, debe "asumir sus responsabilidades", continuar con las "duras" reformas que se ha propuesto y confrontar los "grandes retos" que tiene por delante. "Sería fatal que ahora en Europa, en donde algunos países han empezado a trabajar en la dirección adecuada, esto se interrumpiese y que (estos países) se quedasen a medio camino", indicó.

No cede en los eurobonos
Además, Merkel volvió a rechazar de plano la posibilidad de instaurar los denominados "eurobonos", ya que considera que "forzar" una igualación de los intereses que pagan todos los países de la eurozona por colocar su deuda "no es solidario". Explicó que la introducción del euro trajo una fuerte reducción de los tipos de interés en la eurozona y que eso mismo erosionó notablemente la competitividad de algunos países. "Nosotros (los alemanes) somos solidarios", recalcó la canciller: "Pero debemos aprender de los errores del pasado". La jefa del Gobierno alemán abogó asimismo por mejorar la supervisión bancaria en la UE, dejando entrever que los controles anteriores no han bastado, y apuntó que esto conlleva de forma irremediable la cesión de "competencias nacionales" al nivel europeo.